Las personas con diabetes deben tener mucho cuidado con seguir el tratamiento correctamente por las posibles complicaciones que puedan aparecer en el organismo. Entre estas complicaciones se encuentra el pie diabético, que aparece cuando existen niveles inadecuados de glucosa en sangre (glucemia) y otros factores como la hipertensión arterial o la hipercolesterolemia, que provocan un daño en los vasos sanguíneos (pérdida de la circulación sanguínea) y los nervios (neuropatía diabética).
Estos daños hacen que se produzcan alteraciones en la percepción del calor, el dolor y en la sensibilidad del pie (neuropatia diabética) lo que, unido a la mala circulación sanguínea en esa zona (que puede causar gangrena), puede provocar la aparición de úlceras y heridas, provocadas por la presión externa o el roce del calzado, infecciones debidas a las bacterias que entran a través de un corte en la piel o una uña encarnada, que si no se tratan a tiempo pueden ser causa de una posible amputación.
Para evitar las complicaciones del pie diabético es importante seguir una serie de pautas de control e higiene:
- Lavar y revisar los pies todos los días.
- Mantener la piel cuidada y suave.
- Limar los callos y callosidades suavemente.
- Cortar las uñas regularmente.
- Controlar los pies con las manos para comprobar la sensibilidad.
- Mantener la circulación sanguínea en los pies.
- Proteger los pies del frío y del calor
- Usar medias y zapatos en todo momento.
En este último punto, Orliman tiene una serie de productos que pueden serle de mucha ayuda para tratar el pie diabético. Los calcetines para pie diabético, tanto el modelo OV04B000, como el modelo OVO3B005, previenen infecciones y la proliferacción de bacterias y hongos que pueden provocar úlceras. Además, evitan rozaduras en la planta del pie y están pensados para prevenir la micosis y el eczema.
El otro producto que Orliman tiene para el tratamiento del pie diabético es la plantilla especial para pie diabético/ úlceras. Compuesta por muchas celdas cuadradas móviles se puede retirar aquellas coincidentes con el área que se precise para aliviar presiones. Están indicadas para tratar las úlceras plantares en el talón y antepié, neurpatía con riesgo de ulceraciones plantares, pie diabético, post-operatorios, verrugas plantares intervenidas y heridas plantares.
Además, es importante que los profesionales que atiendan a los pacientes diabéticos evaluen el riesgo de desarrollar el pie diabético con visitas de control de podología. Dependiendo del riesgo del paciente ese control deberá ser anual (riesgo bajo), cada tres-seis meses (riesgo moderado) o cada uno-tres meses si el riesgo es alto. Así se podrá realizar un tratamiento adecuado de las úlceras y heridas si aparecen y decidir si es necesario tener en cuenta la alternativa quirúrgica en caso de las infecciones graves.
Si eres diabético, hay que tener mucho cuidado con las complicaciones que puede causar esta enfermedad. Se estima que el 15% de los pacientes con diabetes desarrollarán alguna úlcera a lo largo de su vida y la mitad de las amputaciones de miembros inferiores en el mundo se producen por pie diabético.