Desgarros musculares: Cómo prevenirlos

De seguro has escuchado los desgarros musculares en deportistas famosos, pero son más comunes en deportistas amateurs y personas que empiezan a realizar actividades físicas.  

En el artículo de hoy, te damos algunas recomendaciones para prevenir los desgarros musculares.

¿Qué es un desgarro muscular? 

Consiste en la distensión excesiva o rotura parcial o total de las fibras musculares. Produce dolor intenso, inflamación y dificultad o incapacidad para movilizar la zona afectada por el desgarro. En casos graves se acompaña de equimosis o moretón por la rotura de la fibra muscular. 

Pueden afectar a cualquier músculo, pero los que más se afectan con frecuencia por los desgarros musculares son el cuádriceps y los isquiotibiales,  ubicados en el muslo, y los gemelos de las pantorrillas 

Causas de los desgarros musculares 

Pueden ser causados por distintos motivos como traumatismos o golpes directos, fatiga o sobreesfuerzo del grupo muscular, ya sea por movimientos inadecuados o exceso de ejercicios. 

El sedentarismo, la desnutrición y la deshidratación también predisponen a los desgarros musculares por debilitamiento de las fibras del músculo y una menor capacidad para la contracción durante los ejercicios.  

Consejos para prevenir los desgarros musculares  

Aunque algunos desgarros musculares son inevitables, si sigues estos consejos tendrás un menor riesgo de sufrir uno. 

Calienta antes de empezar 

Previo a la actividad física, se recomienda realizar un calentamiento que aumente el flujo sanguíneo a los grandes grupos musculares. De esta forma, se mejora la capacidad de contracción muscular y desaparecen los riesgos de movimientos con el músculo en frío, cuando es mucho más propenso a romperse. 

Independientemente de la actividad física que vayas a efectuar, un buen calentamiento deberá incluir ejercicio cardiovascular, estiramientos y ejercicios específicos del deporte que vayas a practicar. 

Hay que hacer el proceso inverso cuando va terminando la actividad, para ir llevando los músculos a un buen reposo.  

Estira tus músculos antes y después del ejercicio 

Los estiramientos deben llevarse a cabo antes de la práctica deportiva para poner los músculos y tendones a tono, y después de finalizar para aliviar la musculatura después del ejercicio. 

Con los estiramientos, debes sentir una sensación de extensión, pero sin dolor, y tratar de mantener cada estiramiento durante 30 segundos, como mínimo. 

Ten cuidado con la intensidad 

Es recomendable comenzar suave e ir aumentando poco a poco, especialmente después del periodo de inactividad durante el invierno. De esta manera, el cuerpo se va acostumbrando al trabajo físico. La práctica deportiva sin control puede llevar a lesiones como desgarros musculares. 

Protege las zonas de riesgo 

Los muslos y las pantorrillas suelen ser las más afectadas por los desgarros musculares, por lo tanto, protegerlas disminuirá el riesgo de lesionarte. Utiliza la muslera elástica o la pantorrillera elástica para prevenir desgarros en estas zonas. 

También puedes usar la tobillera elástica, la rodillera elástica corta / 24 cm, la codera elástica o la muñequera elástica para proteger estas partes de las lesiones deportivas. 

No te excedas y para cuando sea necesario  

Es importante realizar la actividad física de acuerdo con la capacidad de cada persona y con el adecuado plan de trabajo. El exceso de entrenamiento lleva a fatiga muscular y hace que los desgarros musculares aparezcan con mayor frecuencia.  

Escucha las señales de tu cuerpo 

Hay que estar siempre pendientes de esas señales de alerta y darle tiempo de recuperación, para así evitar que lleguen los problemas físicos. Escucha y siente tu cuerpo, una molestia o un dolor leve puede ser señal de que algo anda mal.

Hidrátate constantemente  

La hidratación durante la actividad física es necesaria para mantener la elasticidad y la correcta contracción muscular. No esperes a tener sed para hidratarte, en especial durante los días calurosos debes tomar la mayor cantidad de líquido posible. 

Come bien  

Intenta llevar una dieta equilibrada rica en vitaminas, proteínas, omega 3 y antioxidantes, todos necesarios para la formación y reparación muscular.  

Mantente activo  

Lo ideal es que la práctica sea frecuente y no solo los fines de semana o en una temporada. Esto no quiere decir que las personas activas no puedan sufrir un desgarro, no obstante, el riesgo es mucho menor. 

Utiliza materiales adecuados para realizar la actividad física  

Unos tenis en mal estado suelen ayudar a que se presenten lesiones. De igual forma, ejercitarse o practicar deportes sin el equipamiento adecuado aumenta el riesgo de sufrir lesiones. 

Reposa adecuadamente 

Después de una lesión muscular, guarda el debido reposo para no empeorar la situación y evitar nuevas lesiones.  

 La recuperación de un desgarro muscular puede tardar desde 8 días en los leves hasta 4 semanas o más en los graves, dependiendo la gravedad de la lesión y las condiciones propias de la persona lesionada. 

Durante el proceso de recuperación puedes usar el calcetín técnico deportivo orliman sport que mejora el retorno venoso incrementando la recuperación muscular, para periodos de recuperación más cortos. 

Lesiones y enfermedades de mano y de muñeca

En la mayoría de las acciones que realizamos en nuestro día a día están involucradas nuestras manos y muñecas, desde acciones que requieren mucha fuerza como escalar una montaña hasta acciones finas y delicadas como dibujar o realizar una cirugía.  

Este sobreuso de manos y muñecas, sumado a una menor protección de estas estructuras, predispone a lesiones y enfermedades de mano y muñeca de las cuales hablamos hoy.  

¿Qué se lesiona en manos y muñecas? 

Tanto las manos como las muñecas están formadas por una gran cantidad de huesos, articulaciones, ligamentos, vasos y nervios que les permiten efectuar todas las funciones y movimientos. 

Estas partes pueden resultar lesionadas por traumatismos, sobreuso o enfermedades que afectan a la mano y la muñeca, produciendo dolor, debilidad, hormigueo o incapacidad funcional en la mayoría de los casos. 

Lesiones y enfermedades de la muñeca y mano

Revisemos las lesiones y enfermedades de la mano y muñeca que se presentan con mayor frecuencia: 

Fractura de muñeca o mano 

Se presenta posterior a traumatismos fuertes en la muñeca o la mano, ocasionando que los huesos se rompan. Puede ocurrir propiamente en la muñeca, en los huesos de la mano o en los dedos. 

La fractura de muñeca representa una de las fracturas más frecuentes en los servicios de emergencia. Se produce una deformidad con inflamación, dolor e impotencia funcional de la articulación. 

Esguinces en la mano o muñeca 

Alrededor del carpo están los ligamentos de la muñeca, que unen los ocho huesos de la articulación. Un golpe posterior a una caída o un sobreesfuerzo debido a una mala postura pueden provocar que las fibras de los ligamentos se rompan 

Los síntomas más comunes son dolor en la muñeca, inflamación de la zona y pérdida de fuerza y movilidad. Para inmovilizar la muñeca durante el tratamiento se puede usar la muñequera inmovilizadora corta con férula palmar m750. 

Los esguinces también pueden surgir, por causas similares, en las articulaciones de los dedos, debido a torsiones producidas por golpes o un mal giro de las falanges. En estos casos se puede emplear la férula de dedo inmovilizadora en aluminio maleable (rana federica) 

Luxaciones 

Ocurre por golpes o torsiones violentas, que desplazan los huesos de la mano de su sitio natural. Producen dolor e inflamación con una deformidad importante de la articulación. 

Es frecuente que las luxaciones se repitan en el mismo punto de la articulación, ya que los ligamentos o tendones pueden quedar dañados. 

Osteoartritis o artrosis 

Es causada por el uso repetitivo de la articulación que produce desgaste del cartílago articular. Se presenta principalmente en personas mayores. 

Artrosis de base del pulgar 

La rizartrosis o artrosis de la base del pulgar, es una enfermedad que ocurre con más frecuencia en las mujeres, en dónde se produce un envejecimiento y desgaste del cartílago en la articulación que une el pulgar con la mano. 

Con la ortesis inmovilizadora de pulgar en abducción manutec® fix rizart advance se restringen los movimientos del pulgar para aliviar el dolor y permitir su recuperación. 

Gota  

Es un tipo de artritis causada por la acumulación de ácido úrico en las articulaciones. Se caracteriza por la presencia de nódulos dolorosos (tofos) en los dedos y las manos. 

Tendinitis  

Consiste en la inflamación de los tendones, principalmente por sobreuso de la articulación. 

Síndrome del túnel carpiano  

Es la enfermedad más conocida de la muñeca, presentándose por una compresión del nervio mediano, que pasa del antebrazo a la mano a través de la muñeca.  

 Esta presión sobre el nervio provoca dolor, hormigueo y debilidad en la mano y los dedos. Con la muñequera con férula palmar ambidiestra inmovilizadora se puede poner en reposo la articulación para desinflamar la zona y disminuir la compresión sobre el nervio. 

Quistes ganglionares 

Son masas o nódulos no cancerosos, que aparecen en la muñeca y pueden causar dolor con el movimiento.  

Pulgar del esquiador  

Es una rotura de ligamento en la base del pulgar. Es la lesión más frecuente de la extremidad superior en el esquí. 

Ocurre al caer y apoyar la mano con el bastón interpuesto entre la nieve y el dedo. Esto hace que aumente el brazo de palanca y el dedo se abra en abducción forzada. 

Dedo en martillo 

La punta del dedo se cae y no puede enderezarse por el desgarro del tendón extensor. Para tratar el dedo en martillo se pueden usar las férulas de stack que mantienen el dedo extendido. 

Enfermedad Dupuytren  

La contractura de Dupuytren consiste en una enfermedad hereditaria, que produce engrosamiento del tejido que está debajo de la piel de la mano, causando contractura y curvatura de los dedos, principalmente del 4to y 5to dedo. 

Para esta enfermedad de la mano se puede utilizar el guante para la inmovilización de las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas en extensión o flexión de la mano y dedos que permite elegir el dedo a inmovilizar. 

Tenosinovitis de De Quervain 

La tendinitis del pulgar o tenosinovitis de De Quervain, se produce por una inflamación de los tendones que mueven el pulgar. Es común en deportes que requieren el uso de raquetas o palos y personas que utilizan en exceso el móvil, por los movimientos repetitivos del pulgar. 

La férula inmovilizadora de pulgar transpirable (ambidiestra) es una buena solución para las personas con tendinitis del pulgar. 

Factores de riesgo para lesiones de muñeca y mano  

Si bien cualquier persona puede sufrir una lesión de mano y muñeca, existen algunas condiciones que aumentan el riesgo, como:  

Practicar un deporte  

Ciertos deportistas están expuestos a traumatismos, movimientos bruscos y constante estrés sobre la muñeca y la mano que los hace propensos a tener una lesión en estas estructuras.  

 Los skaters, esquiadores, snowboarders, jugadores de hockey, voleibol o balonmano, basquetbolistas, tenistas y escaladores son los más propensos a tener lesiones de mano y muñeca. 

Edad avanzada 

Con el paso del tiempo, los huesos, articulaciones y ligamentos van perdiendo su fortaleza, elasticidad y capacidad de recuperación, lo que aumenta el riesgo de lesionarse. 

 La pérdida de masa muscular, la disminución de la visión y los problemas de equilibrio también influyen en la presencia de lesiones accidentales en las personas mayores. 

Trabajos de riesgo  

Los trabajos que usan teclado y ratón constantemente, electricistas, trabajos de ensamblaje y otros trabajos que requieran movimientos repetitivos de la mano y la muñeca producen desgaste y aumentan el riesgo de una lesión. 

Enfermedades de base  

Personas que sufren de osteoporosis, artritis reumatoide, entre otras enfermedades que afectan el sistema osteomuscular pueden presentar con mayor frecuencia dolor y lesiones en las manos y muñecas. 

Tratamiento para lesiones y enfermedades de mano y de muñeca

El tratamiento para las lesiones y enfermedades de la mano busca reducir la inflamación, aliviar el dolor y recuperar la funcionalidad de la mano. Puede variar de acuerdo al tipo de lesión, pero en general se maneja con:  

  • Reposo físico de la mano y la muñeca para permitir la recuperación de las estructuras afectadas. 
  • El frío y el calor en la zona afectada ayuda a aliviar el dolor.  
  • El uso de ortesis de mano y muñeca como muñequeras, férulas e inmovilizadores. 
  • Analgésicos y antiinflamatorios para disminuir la inflamación y el dolor. 
  • Esteroides inyectados, se utilizan en casos graves de dolor que no mejoran con los analgésicos orales. 
  • Fisioterapia, para iniciar el proceso de rehabilitación que devuelva la función normal a la mano. Esto mediante ejercicios, estiramientos y estimulación neuromuscular.  
  • Cirugía. Se indica en los casos graves o que no mejoran con el tratamiento médico conservador. 

Cómo cuidar pacientes que sufren de Pie Diabético

La diabetes es una de las enfermedades metabólicas más frecuentes en la actualidad. Esta patología desencadena varios problemas secundarios en las personas que la padecen.  

Uno de ellos es el pie diabético, una complicación que si no se maneja con cuidado puede llevar a la amputación del pie. Por esta razón hoy en Orliman queremos darte una guía de como cuidar pacientes que sufren de pie diabético 

Cómo identificar un pie diabético 

La elevación de los niveles de glicemia en sangre produce daños en los vasos sanguíneos y nervios que se encuentran en las extremidades, en especial de los pies 

El daño de estas estructuras facilita la aparición de heridas por falta de sensibilidad y una cicatrización defectuosa.  

Aunque algunas personas con pie diabético no tienen síntomas, los siguientes signos o síntomas en los pies pueden estar presentes y despertar las alertas: 

  • Pérdida de sensibilidad. El daño a los nervios puede reducir la capacidad para sentir dolor, calor o frío.
  • Dolor, incluso estando en reposo.
  • Sensación de hormigueo o calambres.
  • Hinchazón o edema en los pies.
  • Sequedad y falta de sudoración.
  • Heridas que no cicatrizan bien o se infectan
  • Aparición de úlceras. 

Evolución del pie diabético 

Al no tener sensibilidad, los pacientes pueden tener heridas en los pies sin percibirlas. Una quemadura, rozaduras con los zapatos o lesiones con objetos cortantes en el suelo, son causas frecuentes de estas heridas.  

Si los pies no se revisan constantemente, la herida puede empeorar e infectarse, lo que complica aún más la situación, llegando incluso a producir una úlcera por pie diabético.  

Si una infección no mejora con el tratamiento, es posible que sea necesario amputar el dedo del pie, el pie o parte de la pierna para evitar que la infección se propague y salvar la vida del paciente. 

El riesgo de amputaciones para los pacientes diabéticos es hasta 15 veces mayor que en pacientes no diabéticos y las muertes tras una úlcera y la amputación son muy elevadas, casi un 60% de las personas fallecen en el transcurso de 5 años tras una amputación y casi un 40% en el caso de las úlceras.  

Cómo cuidar el pie diabético  

El cuidado de un paciente con pie diabético es complejo, pero necesario para evitar las graves consecuencias que trae un mal manejo de esta enfermedad. 

Lo principal es mantener el control de los niveles de azúcar en sangre y acudir de forma regular a la consulta con el médico de cabecera, que incluya la inspección de los pies al menos una vez al año. 

Además del control de glicemia, también es necesario controlar los niveles de colesterol y triglicéridos, el abandono del hábito tabáquico y el mantenimiento de cifras de presión arterial en rangos bajos. 

Otra acción fundamental para evitar la progresión del pie diabético es la revisión constante del pie, el cual se debe observar todos los días y por todos lados, arriba, abajo, por los lados, talones y entre los dedos, para verificar su integridad. 

Cuando realices esta verificación busca si la piel está seca o con grietas, ampollas, úlceras, hematomas, si está cortada, con heridas, enrojecimientos, caliente, sensible o con puntos firmes o duros. 

La observación y la palpación de las piernas y los pies, te orientará hacia la existencia de una enfermedad vascular periférica cuando exista excesiva palidez al elevar el pie y enrojecimiento al descenderlo, frialdad de una extremidad en comparación con la otra, y la existencia de atrofia del tejido, piel brillante, ausencia de vello en el dorso del pie y engrosamiento de las uñas. 

En caso de presentarse cualquier problema (cortes en la piel, uñas encarnadas, cambios en color, temperatura, sensibilidad o arquitectura del pie), este ha de ser comentado inmediatamente con el médico. 

Otras medidas para evitar la progresión del pie diabético 

Sumado a las medidas anteriores, es crucial para el cuidado del pie diabético seguir las siguientes instrucciones: 

Higiene de los pies 

Los pies del paciente se deben lavar a diario, con agua tibia y un jabón suave o neutro que no dañe la piel. Después se deben secar bien, poniendo mayor atención entre los dedos.  

Luego aplicar cremas o lociones hidratantes sobre las zonas secas, evitando poner crema entre los dedos porque esto podría causar una infección. 

Cuidado de las uñas 

Para cortar las uñas de un pie diabético, es preferible remojar en agua para ablandar las uñas. Se deben cortar en forma recta, ya que las uñas curvas tienen mayor riesgo de encarnarse.  

Ten cuidado de que las uñas no ejerzan presión sobre los otros dedos del pie. En caso de uñas muy gruesas o con hongos es preferible acudir al podólogo.  

Callos y callosidades 

Si la persona tiene callos o callosidades, se pueden usar piedras pómez para eliminarlas suavemente después del baño. No se deben cortar, ni aplicar callicidas; si son muy difíciles de eliminar, debe hacerlo el podólogo. 

Protección del pie en todo momento 

Procure que la persona con diabetes no camine descalzo, principalmente en superficies calientes como asfalto o la playa, para evitar quemaduras y heridas por objetos en el suelo o la arena. 

Antes de colocar el zapato verifique que no exista nada dentro, como clavos, piedras o deformidades que puedan lastimar el pie. 

Zapatos adecuados para diabéticos 

Es mejor hacer la compra de zapatos nuevos a una hora tarde del día, cuando los pies del paciente están más dilatados. Estos deben empezarse a usar de forma lenta y progresiva. 

Los zapatos deben ser cómodos y con buena adaptación al pie. Evite comprar zapatos que le queden apretados al paciente, ya que estos pueden no sentir la presión ejercida por un zapato ajustado y ocasionar rozaduras y úlceras en los pies. 

En Orliman ofrecemos el calzado terapéutico – rhuys®, un zapato de gran confort, sin costuras en ante pie y con sistema de cierre ajustable, para una perfecta adaptación al tamaño del pie. 

Plantillas ortopédicas para diabéticos 

Si hay problemas de ajuste o alteraciones en la estática del pie, hay que utilizar dispositivos de ortopedia para resolverlos, como la plantilla de silicona 3/4, la plantilla de silicona larga con apoyo retrocapital o la plantilla de silicona ultraligera con descarga y apoyo retrocapital. 

Las plantillas gracias a las propiedades viscoelásticas de la silicona amortiguan los puntos de carga, tanto durante la marcha como en posición estática.  

Calcetines de protección 

Para proteger los pies del paciente, colócale calcetines limpios y secos o pantimedias sin elásticos ni costuras todos los días. Los agujeros en los calcetines o las pantimedias pueden ejercer presión dañina en sus pies. 

Nunca deben emplearse calcetines sintéticos y con costuras gruesas, ni ligas o fajas que compriman y comprometan la circulación. Recuerda elevar los pies del paciente cuando esté sentado para mejorar el flujo sanguíneo a la extremidad. 

Lo más adecuado es utilizar calcetines de fibras naturales (algodón, hilo o lana) como el calcetín para pie diabético que previene infecciones, al evitar la proliferación de bacterias y hongos. 

Cuidado con los calentadores 

La pérdida de sensibilidad al calor o el frío, hace que los pacientes usen calentadores, radiadores, bolsas de agua caliente o almohadillas eléctricas; ello predispone a la formación de quemaduras y lesiones.  

Es muy importante que tengas la debida precaución en este aspecto, especialmente en los meses de invierno. 

Cuidados en condiciones especiales 

El pie diabético puede pasar por diferentes condiciones que deben ser evaluadas por el médico, pero que se manejan en casa. Pon atención a como actuar ante ellas: 

Pie de atleta 

Es crucial secar correctamente el pie diabético, pero si existe infección por hongos es fundamental evitar la humedad.  

Los hongos en los pies necesitan el uso de antimicóticos tópicos, aplicados según la indicación médica. El uso de otros medicamentos quedara a consideración del médico tratante. 

Úlcera superficial 

El pie lesionado se debe mantener en reposo absoluto durante 3-4 semanas. Hay que realizar diariamente una limpieza con suero fisiológico a cierta presión, aplicando después gasas humedecidas con soluciones indicadas por el médico. 

Las úlceras deben ser valoradas por un profesional sanitario cada 2-3 días hasta su recuperación. 

Úlcera profunda 

Las úlceras profundas deben ser manejadas por el médico, quien le dará las indicaciones pertinentes para cada caso. 

Amputación por pie diabético 

Los casos donde el tratamiento no fue efectivo y fue necesario la amputación de una parte del pie, se manejan como un postoperatorio con reposo y curas de la herida, según lo indicado por el médico tratante. 

Para estos casos puede ser necesario el uso de un zapato post-operatorio (especial pie diabético/úlceras) con horma neutra, suela antideslizante en forma de balancín y sistema de cierre velcro que permite la adaptación en pies con grandes deformidades o con vendajes postoperatorios. 

También se puede incorporar la plantilla especial para pie diabético/úlceras (especial para zapatos postquirúrgicos) para aliviar y disminuir las zonas de presión a la vez que se proporciona flexibilidad y capacidad de absorción de cargas e impactos. 

Al tratarse de una plantilla compuesta por un gran número de celdas cuadradas móviles nos permite retirar aquellas coincidentes con la zona ulcerada o área que precise aliviar presiones.  

Dado que las úlceras pueden ser recurrentes y tener localización variable, nos permite reponer y/o retirar las celdillas según el posicionamiento y proceso de curación de las úlceras, variando los puntos de presión según necesidad. 

Lesiones deportivas al aire libre: causas y prevención

Jugar o practicar un deporte al aire libre genera un gran beneficio para la salud, ya que además de hacer ejercicio, respiras aire fresco y te relacionas con el medio ambiente.  

 Sin embargo, no todo es color rosa y hacer deporte al aire libre puede traer consigo el riesgo de tener una lesión deportiva. 

Riesgos de practicar deporte al aire libre 

Las lesiones deportivas al aire libre pueden afectar tanto a adultos como a niños y pueden ir desde lesiones leves, como golpes de calor, deshidratación, picaduras de insectos, hasta lesiones más graves que afectan la musculatura, las articulaciones y los huesos. 

 Los huesos, músculos, tendones y ligamentos de los jóvenes se encuentran en crecimiento, lo que los hace más propensos a sufrir una lesión 

 Los deportes que se practican en parques o espacios abiertos como fútbol, baloncesto, voleibol, tenis, senderismo, carreras, natación, ciclismo, entre otros, son fuentes de lesiones traumatológicas como esguinces, lesiones, sobrecargas y contracturas musculares y tendinosas, contusiones, heridas, fracturas, etc. 

¿Qué causa las lesiones de los deportistas al aire libre?  

Existen distintas causas por las cuales puede ocurrir una lesión deportiva cuando se practica una actividad al aire libre. Tomemos en consideración las más frecuentes: 

Sobrecarga de entrenamiento  

Es la principal causa de lesiones deportivas al aire libre, por un exceso de entrenamiento, al cual el cuerpo no está acostumbrado.  

Si empiezas a practicar un deporte o retomas el entrenamiento después de un periodo de inactividad, es necesario que el aumento del ritmo de entrenamiento sea progresivo.  

Incrementa la intensidad, la frecuencia y el volumen de ejercicios con cada semana de entrenamiento, usando la regla del diez por ciento, no se debe aumentar más del 10% por semana. 

El cuerpo necesita tiempo para adaptarse y evitar las sobrecargas deportivas al aire libre sobre los músculos y articulaciones. El reposo también juega un papel importante en la asimilación de los entrenamientos.  

Problemas de alineación y malas posturas  

Existen ciertas condiciones físicas que impiden una correcta alineación del cuerpo durante los entrenamientos, como las rodillas en varo o valgo, desviaciones en la columna y la cadera o problemas musculares.  

En estos casos, es necesario intentar alinear estas articulaciones mediante el entrenamiento muscular adecuado o el uso de aparatos ortopédicos que mejoren la posición de las extremidades.  

Si presentas dolor durante la actividad física al aire libre, debes investigar la causa. Por lo general, puede estar asociada a una mala técnica, sobreúso de la articulación o una mala alineación. 

Giros bruscos y torsiones  

Deportes como el fútbol, baloncesto, tenis o escalada, implican realizar maniobras de giro de alta intensidad, a las cuales el cuerpo humano no está acostumbrado, lo cual representa un importante factor de riesgo para la aparición de lesiones. 

Para disminuir este riesgo, es fundamental fortalecer la musculatura profunda y de la zona central del cuerpo, así mismo trabajar la propiocepción en las articulaciones de las extremidades. 

Ansiedad por lograr los objetivos 

Aunque la mentalidad de todo deportista es llegar a ser el mejor en menor tiempo, debes tener en cuenta que es un proceso donde se deben superar etapas.  

 Tratar de hacer ejercicios fuera de tu alcance, solo traerá malos resultados como lesiones deportivas. 

Deportes en lugares inadecuados 

Hacer ejercicio de forma individual y sin supervisión de un profesional o practicar en superficies irregulares (terrenos con hierba, mojados o desiguales, como la playa o la montaña), puede conducir a lesiones deportivas al aire libre. 

Articulaciones propensas a lesionarse 

Si bien las lesiones pueden afectar cualquier parte del cuerpo, las articulaciones que soportan cargas o están sometidas a movimientos bruscos y repetitivos son las que se lesionan con mayor frecuencia. 

Lesiones en los hombros  

Se afectan principalmente en tenistas, esquiadores y practicantes de deportes de lanzamiento. Lo más frecuente es la inflamación de los tendones del hombro, conocidos como manguito rotador 

 La hombrera elástica funcional orliman therago puede ayudar a recuperarte y proteger tus hombros durante la práctica deportiva. 

Articulación de la rodilla 

Los ciclistas, esquiadores y jugadores de baloncesto son los deportistas que más sufren lesiones de rodilla, por sobrecarga de la articulación. Una lesión común es la rodilla del saltador, donde se afecta el tendón rotuliano. 

La rodillera elástica corta / 24 cm le brinda estabilidad a la rodilla y el soporte patelar orliman sport comprime el tendón rotuliano, minimizando las fuerzas de tracción causadas por carreras y saltos, por lo que son buenas opciones para proteger las rodillas al aire libre. 

Para los niños con lesiones en las rodillas, puede ser útil el uso de la rodillera pediátrica con articulación para una rehabilitación segura. 

Tobillos  

Son afectados principalmente en deportes donde las extremidades inferiores juegan un papel fundamental, como el fútbol o el baloncesto, siendo la principal lesión el esguince de tobillo.  

Para la protección del tobillo y su recuperación después de una lesión, te ofrecemos la tobillera elástica o la tobillera elástica graduable y para niños la tobillera pediátrica. 

Otras lesiones al aire libre cuando se practica deporte 

Existen otras lesiones que pueden surgir al practicar deportes al aire libre como: fracturas de clavícula, lesiones del codo, de la muñeca o el pie. 

Las muñecas suelen sufrir al caer con las manos extendidas, por lo que es importante utilizar muñequeras en los deportes donde exista un mayor riesgo de caídas.  

Estas son opciones válidas para cumplir esa función: muñequera elástica graduable y muñequera pediátrica. 

La muñequera elástica puedes emplearla en caso de lesiones leves de la muñeca, como protección durante los entrenamientos. 

La epicondilitis (codo de tenista) o epitrocleitis (codo de golfista) son lesiones que se producen por no aplicar una técnica adecuada en el golpeo o no usar material adecuado en el tenis o el golf. 

Para ambas condiciones y otras lesiones del codo, se puede utilizar el brazalete epicondilitis orliman sport o la codera elástica y para niños la codera pediátrica. 

En el caso de la fascitis plantar, bastante frecuente entre quienes inician el running o entre los senderistas, la plantilla deportiva con descarga en talón y metatarsos  puede absorber los impactos y dar estabilidad a los pies. 

Cómo prevenir las lesiones en los espacios abiertos 

La mejor forma de afrontar las lesiones deportivas es evitándolas, por consiguiente, puedes seguir estas recomendaciones: 

  • Hidrátate adecuadamente y adapta tu alimentación a los requerimientos deportivos.  Asegúrate de que haya agua disponible durante el juego para que los niños se mantengan hidratados. 
  • Evita hacer deporte en las horas de más calor del día. 
  • Asegúrate de que tú o tu hijo usen la ropa y los equipos de protección adecuados para cada deporte en particular. 
  • Procura hacer deporte siempre con un zapato apropiado para ello y cámbialos cuando estén desgastados. 
  • Adapta tu ritmo de forma progresiva y sin apuros. 
  • Aumenta tu preparación física durante todo el año, con ejercicios de forma regular y de calidad. 
  • Evita realizar movimientos bruscos que puedan provocar estiramientos, contracturas, sobrecargas tendinosas o roturas de fibras o esguinces. En especial, si no estás muy habituado al ejercicio. 
  • Es imprescindible empezar con un calentamiento completo suave para que los músculos se calienten y tengan más elasticidad. 
  • No olvides realizar estiramientos al finalizar la actividad física para relajar los músculos.  
  • Utiliza protector solar. 
  • Evita jugar cuando estés muy cansado o sientas dolor.  
  • Si no has estado activo o si tienes un padecimiento de salud, habla con tu médico para asegurarte de qué tipos de ejercicio podrían ser ideales para empezar. 

Esguince grado 3. Características, tratamiento y recuperación

El esguince es una lesión muy común, en particular en deportistas o trabajadores que están sometidos a una gran carga física. De acuerdo a la severidad de la lesión se clasifica en 3 grados, siendo el grado 3 el más grave de todos 

En este artículo conocerás cuáles son las características, el tratamiento y como es la recuperación de un esguince grado 3. 

¿Qué es un esguince? 

Un esguince es una lesión de los ligamentos que rodean una articulación, causando dolor, inflamación, aumento en la temperatura, enrojecimiento e impotencia funcional de la articulación afectada.  

En el esguince grado 1 sólo se distienden las fibras de los ligamentos sin rotura. Es el más leve y por lo general tiene una recuperación completa al cabo de 2 semanas.  

Cuando las fibras del ligamento se rompen parcialmente, hablamos de un esguince grado 2 o moderado. En este caso existe una inestabilidad leve a moderada, con cierta pérdida de la función y el movimiento de la articulación. 

Mientras que, al existir rotura completa de las fibras del ligamento, se trata de un esguince de tercer grado o grave, con pérdida completa de la estabilidad, función y movimiento de la articulación.  

El tobillo, rodilla y la muñeca, son algunas de las regiones del cuerpo que más se afectan por los esguinces, pero también se puede presentar en otras articulaciones como el codo o el hombro. 

Características de un esguince grado 3  

La rotura completa de los ligamentos ocurre cuando existe una tensión o estiramiento excesivo de ellos, como consecuencia de movimientos o ejercicios de alta intensidad. 

Cuando ocurre el esguince de tercer grado encontraremos algunas características en el lugar de la lesión, como:  

  • Dolor intenso 
  • Inestabilidad completa de la articulación  
  • Pérdida de la función y el movimiento  
  • Inflamación y equimosis importante  
  • Casi siempre existe dificultad para soportar peso  
  • Hipersensibilidad en la articulación 

Tratamiento para rotura completa de un ligamento  

El manejo temprano de todo esguince incluye reposo, frio local, compresión y elevación del miembro afectado. Esto permite el control del dolor a corto plazo, para facilitar la movilización temprana. 

Reposo 

El reposo se puede dividir en dos fases. La primera abarca las 72 horas posteriores al momento de la lesión e implica reposo absoluto con el miembro elevado. 

En este periodo y hasta máximo 10 días, el miembro afectado debe ser inmovilizado con la finalidad de disminuir el dolor y la hinchazón, sumado a mejorar el resultado funcional. Para esto se pueden usar inmovilizadores como el Walker corto fijo hinchable para el tobillo. 

En la segunda fase el reposo es relativo y empieza a partir de los 7 días para el esguince grado 3. Se puede iniciar con soporte de peso progresivo, de forma paulatina, según tolerancia al dolor y sin forzar.  

Es recomendable durante este periodo utilizar ortesis semirrígidas o con cordones, que protejan la articulación durante los movimientos, faciliten la rehabilitación temprana y la crioterapia, como: 

Frío local 

El frío local o crioterapia debe emplearse inmediatamente después de la lesión. Se debe enfriar la articulación durante aproximadamente 20 minutos cada dos o tres horas durante las primeras 48 horas, o hasta que el edema y la inflamación se hayan estabilizado.  

No se debe aplicar calor a una articulación con lesión aguda porque fomenta la hinchazón y la inflamación, al aumentar el flujo de sangre a la zona. 

Elevación  

La extremidad lesionada debe elevarse de 15 a 25 cm (6 a 10 pulgadas) por encima del nivel del corazón para facilitar el drenaje venoso y linfático, hasta que la inflamación comience a desaparecer. 

Terapia manual 

Se recomienda con un alto grado de evidencia científica su aplicación, tanto a corto como a largo plazo, ya que mejora la recuperación de la lesión. Una sola sesión de terapia manual, se asoció con una mejoría en el edema y el dolor en personas con esguinces agudos de tobillo. 

Terapia de ejercicios 

La creciente evidencia apoya el uso de la terapia de ejercicios como el componente principal del programa de tratamiento. Se ha establecido la eficacia de los programas de terapia de ejercicios, especialmente cuando se inician temprano después de un esguince agudo de tobillo. 

Los programas de entrenamiento neuromuscular y propioceptivo son opciones seguras y efectivas a los programas de rehabilitación, que deben empezar tan pronto como se toleren después de la lesión.  

Analgésicos y antiinflamatorios 

Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) orales y tópicos pueden ser un complemento útil para disminuir el dolor en la fase aguda de un esguince de tercer grado. 

Otras terapias alternativas 

Se han promocionado otras modalidades, como la estimulación eléctrica y el ultrasonido terapéutico, para ayudar en la recuperación después de un esguince; sin embargo, la literatura actual no respalda el uso de estas intervenciones para reducir el dolor, el edema o acelerar la recuperación funcional. 

El tratamiento inadecuado de los esguinces puede provocar problemas crónicos, como disminución del rango de movimiento, dolor e inestabilidad articular.  

En qué casos se opera un esguince grado 3 

La terapia quirúrgica para las lesiones agudas de los ligamentos se ha realizado abundantemente, hasta que se reconoció que el tratamiento conservador produce los mismos efectos y que no todos los pacientes requieren cirugía para resolver los síntomas.  

Hoy en día, la cirugía se reserva principalmente para pacientes que tienen inestabilidad crónica después de un esguince y que no han respondido a un programa integral de fisioterapia basado en ejercicios. 

Recuperación en un esguince de 3er grado  

6 a 12 semanas, el tiempo para volver al deporte o la actividad completa varía mucho. Después de un esguince grado 3 es importante seguir estas recomendaciones: 

Aunque anteriormente se indicaba la inmovilización por largos periodos, los últimos estudios señalan que es mejor el uso de soportes funcionales durante 4-6 semanas. 

En Orliman te ofrecemos ortesis funcionales para las distintas articulaciones que pueden lesionarse con un esguince grado 3: 

Las ortesis elásticas son medios efectivos para prevenir esguinces de tobillo recurrentes y por primera vez.  

Es recomendable el uso de ortesis no rígidas para el tobillo durante 1 año después del esguince de tobillo para la prevención del esguince recurrente. En personas con antecedentes de esguince de tobillo, pueden disminuir el riesgo de esguinces entre un 50 % y un 70 %. 

Lesiones de invierno más frecuentes en niños y adolescentes

El invierno es una época de alegría para muchos niños y adolescentes, pero también puede ser el momento en que se presentan lesiones comunes. Estas lesiones resultan de la combinación de actividades al aire libre con condiciones climáticas frías y húmedas.  

Descubre en este artículo cuáles son las lesiones más frecuentes en los niños y adolescentes durante el invierno y como prevenirlas 

Lesiones más frecuentes en niños y adolescentes en invierno 

El esquí, el snowboard, andar en trineo, patinaje o el montañismo, son los deportes que más llaman la atención de los niños y adolescentes durante el invierno y son los que ocasionan la mayoría de las lesiones durante esta temporada.  

Aunque las mejoras en el equipamiento y las campañas de concientización han logrado disminuir el número de afectados, las lesiones de invierno siguen presentándose.

Estas son las más frecuentes en niños y adolescentes 

Lesiones de miembros inferiores  

Son las lesiones más frecuentes en niños y adolescentes que practican esquí alpino, siendo la rodilla la más afectada. La rotura del ligamento cruzado anterior y el esguince del ligamento colateral medial en la rodilla, son los que se lesionan con más frecuencia.  

En el caso del tobillo, son los esguinces y las fracturas las que pueden afectar esta articulación. La tobillera puede ayudar a prevenir y tratar este tipo de lesiones. 

Los aterrizajes inapropiados después de un salto, choques con otras personas o caídas, son las causas más comunes de las lesiones de miembros inferiores en invierno. 

El uso de una rodillera específica, como la rodillera pediátrica con flejes o la rodillera pediátrica con articulación, es útil en la prevención de las lesiones del ligamento cruzado anterior en el esquí alpino.  

Para la inmovilización de estas lesiones se pueden utilizar el inmovilizador de rodilla o el walker pediátrico para el tobillo. 

Lesiones de miembros superiores 

Son más frecuentes en snowboarders que en esquiadores, pudiendo presentar fracturas de muñecas, luxaciones de codo, lesiones en el hombro o fractura de clavícula 

Para el manejo de estas lesiones el médico del niño puede indicar el uso de: 

Los snowboarders principiantes que emplean muñequeras, tienen cuatro veces menos probabilidades de sufrir una lesión en la muñeca. 

Lesión por fricción  

Esta es la clase de lesión más común relacionada con el deporte entre los jóvenes durante este periodo del año. La causa principal suele ser deslizarse o tropezar sobre superficies heladas o mojadas, lo cual provoca rozaduras e irritación en la piel. 

Lesiones por congelación 

La congelación es una lesión frecuente durante el invierno, en particular en climas más fríos. Ocurre cuando la piel y los tejidos externos están tan fríos que se congelan.  

La piel comienza a enrojecerse y hormiguear, y si la congelación avanza, la piel se vuelve gris y dolorosa o eventualmente blanca y dura. Para evitar la congelación, mantenga a sus hijos bien cubiertos durante el clima invernal y limite el tiempo que pasan jugando afuera. 

Distensión muscular 

Los deportistas juveniles están expuestos al riesgo de sufrir una distensión de sus músculos debido al intenso ejercicio que llevan a cabo en ambientes fríos. 

Para prevenir esto, es necesario el descanso adecuado después del entrenamiento, mantener el calor cuando practique deportes, sobre todo si hay viento frío, y usar equipamiento adecuado. 

Previo a la práctica deportiva en invierno

Antes de practicar un deporte de invierno es importante llevar al niño a realizarse exámenes médicos, para estar seguros de que no hay ningún impedimento para jugar. 

En los deportes de invierno es preferible que los niños tengan más de cuatro años, que es el momento en el que tienen mayor control de sus movimientos y equilibrio.  

La preparación física es fundamental para que el pequeño llegue en buenas condiciones físicas a el invierno, prestando especial atención a la musculatura de las piernas 

Medidas generales de seguridad 

La vestimenta adecuada para el invierno es clave para evitar la hipotermia, al igual que tener mucha agua a mano para combatir la deshidratación. Es conveniente que el niño vaya siempre acompañado. 

Para evitar lesiones en invierno es imprescindible calentar antes de hacer cualquier actividad física, adecuando la musculatura para aguantar un esfuerzo mayor. Además, ayuda a aumentar la flexibilidad de los ligamentos, músculos y al crecimiento equilibrado. 

Ten en cuenta las condiciones de la nieve, el clima y el lugar donde el niño o adolescente se dispone a jugar o practicar deporte. 

Asegúrate de que el joven use protección solar y gafas de sol para evitar las quemaduras solares y futuras lesiones de la piel. Las quemaduras por sol ocurren mucho más fácil en un viaje para esquiar que en una vacación en la playa.  

Estar en la cima de la montaña lo pone más cerca del sol y de los rayos ultravioleta dañinos del sol. La luz también se refleja en la nieve, lo que la hace más peligrosa.  

Recomendaciones para esquí, snowboard y trineo 

Tome en consideración el número de personas en las pistas y vigile de cerca a los niños y adolescentes. 

Si el niño está esquiando, es importante recalcarle que cuando se caiga debe soltar los palos antes de tocar el suelo, para evitar el pulgar del esquiador.  

Asegúrese de que el equipo de esquí/snowboard del niño esté en buena condición y le quede bien. 

Siempre haga que su hijo utilice un casco que esté diseñado específicamente para esquiar o hacer snowboard. Los cascos para bicicleta no proporcionan la protección adecuada. 

Considere las lecciones profesionales para enseñarles la técnica apropiada, las reglas y el uso correcto del equipo para hacer deportes. 

Encuentre un entorno seguro para andar en trineo. Evite las colinas inclinadas, la calle, las entradas para carros y las zonas con árboles, paredes o carros, y enseñe a los niños a tirarse de un trineo que no se detiene. 

Los pequeños deben tomar descansos frecuentes para hidratarse, reabastecerse y recuperarse. La fatiga muscular después de varias horas de hacer deporte puede aumentar el riesgo de una lesión.  

Que hacer si ocurre una lesión 

Tomar medidas de prevención no garantiza 100 % que no haya lesiones. Por lo que se debe estar preparado para atender una emergencia: 

  • Hay que tener disponibles y a mano un botiquín de primeros auxilios, que incluya cintas adhesivas y vendaje.
  • Si se presenta un traumatismo cerrado, se colocan compresas frías en el área por 15 o 20 minutos.
  • Luego se eleva la zona, se coloca un vendaje no adhesivo y se acude a emergencias para evaluar la gravedad de la lesión.
  • En caso de heridas abiertas se procede a desinfectar la zona con agua y jabón. Aplique desinfectante como agua oxigenada y cubra la herida con gasa.
  • Si presenta una hemorragia importante, presione con un paño o gasa estéril hasta que llegue al hospital. 

Lesiones de los nervios periféricos de MMSS: lesión del nervio radial

Una lesión nerviosa a nivel del miembro superior puede alterar el funcionamiento del brazo, antebrazo y la mano, disminuyendo la capacidad de realizar su función.  

 Entre los nervios periféricos más afectados de los miembros superiores se encuentra el nervio radial del cual hablaremos en este artículo.  

Anatomía del nervio radial 

Para entender mejor la lesión del nervio radial es necesario conocer el recorrido y las funciones de este nervio.  

 El nervio radial corre por el lado externo del antebrazo y es responsable de la sensibilidad de la cara posterior y lateral de brazo, antebrazo, dorso de la mano y de los cuatro primeros dedos.  

 Su función motora está determinada por la extensión y supinación del antebrazo, mano y dedos, es decir, de llevarlos hacia arriba y afuera. 

Lesiones de los nervios periféricos 

Los nervios periféricos se pueden dañar por enfermedades metabólicas o del colágeno, neoplasias, lesiones químicas o térmicas y por traumatismos.  

 Estas lesiones nerviosas se pueden clasificar según la gravedad como neuropraxia, axonotmesis y neurotmesis 

Neuropraxia 

En donde existe una interrupción temporal de la conducción del nervio, pero la continuidad del axón no ha sido afectada. Existe una recuperación completa después de días o semanas. 

Axonotmesis 

En este caso ocurre una pérdida relativa de la continuidad del axón, es decir, existe una pequeña rotura del nervio, pero con preservación de su envoltura.  

 La recuperación se puede presentar de forma espontánea, sin necesidad de intervención quirúrgica, con una buena recuperación de la actividad funcional del nervio. 

Neurotmesis 

En la neurotmesis ocurre una rotura completa del nervio con lesión parcial o completa de su envoltura. Estos casos requieren de cirugía, ya que no se pueden recuperar de manera espontánea.  

Lesión o parálisis del nervio radial

La causa más frecuente de parálisis del nervio radial es la fractura del húmero secundaria a traumatismos de alto impacto, como caídas, accidentes de tránsito o lesiones deportivas. En estos casos se puede seccionar el nervio produciendo una lesión grave.  

Otras veces el nervio radial puede paralizarse por compresión, como con el uso de muletas, conocida como parálisis de las muletas, o por quedarse dormido sobre una silla o sillón por efectos del alcohol o drogas, conocida como parálisis del sábado por la noche. 

 Estas compresiones del nervio rara vez dejan secuelas y se resuelven espontáneamente. En ambos casos el nervio se comprime en la axila contra el hueso, desencadenando los síntomas de la parálisis temporal del nervio radial. 

Síntomas de la sección o parálisis del nervio radial

Los síntomas van a depender de la gravedad y el nivel donde se presenta la lesión del nervio radial, pero en general se encontrarán los siguientes síntomas:  

  • Mano flácida y caída, conocida como mano péndula, donde existe la imposibilidad de extender la muñeca y los dedos. 
  • Disminución de la fuerza de agarre de la mano. 
  • Incapacidad para extender y llevar el pulgar hacia la mano, con dificultad para coger objetos. 
  • Disminución de la sensibilidad dorsal de la mano, especialmente en la zona entre el dedo índice y el pulgar 
  • Dolor y hormigueo en la cara posterior del brazo y el dorso de la mano, que puede irradiarse hasta hacia el hombro y el cuello, tiende a empeorar con la actividad física.

Tratamiento para la parálisis del nervio radial 

Las lesiones de los nervios periféricos del miembro superior son difíciles de tratar y un manejo inadecuado de estas lesiones puede traer serias consecuencias. En principio el tratamiento dependerá del tipo de lesión nerviosa y la ubicación de la lesión.  

Los casos leves por compresión generalmente se resuelven en pocas horas o días, produciendo síntomas temporales que desaparecen después de un tiempo.  

Una lesión leve en el nervio radial puede resolverse solo con terapia, la cual incluye la inmovilización con ortesis dinámicas, combinada con una variedad de ejercicios que evitan las deformidades permanentes de las articulaciones. 

Una axonotmesis impone una conducta expectante de entre cuatro y seis meses de tratamiento ortopédico; si no se obtiene los resultados satisfactorios, es posible que requiera cirugía antes de que se fibrosen los músculos, es decir, antes de los 18 meses. 

Durante este periodo es importante mantener la mano y la muñeca en una posición funcional por medio de una férula estática durante toda la recuperación.  Estarían indicadas las férulas dinámicas que imponen la flexión del pulgar principalmente. 

 En Orliman ponemos a tu disposición las siguientes férulas para tratar las lesiones de nervios periféricos como la lesión del nervio radial, tanto leves como moderadas: 

 Los casos más graves o que no mejoran con la terapia, deben ser evaluados cuidadosamente por el médico y pueden requerir el uso de la cirugía para devolver la funcionalidad del nervio, esta será siempre la última opción. 

Tratamiento posoperatorio 

Después de la cirugía con transferencia de tendones se inmoviliza el brazo, codo y palma de la mano hasta las interfalángicas proximales. Para esto puede usarse la ortesis de codo con férula palmar-pulgar y control flexo-extensión del codo que reduce la tensión sobre las transferencias tendinosas, colocando el codo, el antebrazo, la muñeca y los dedos en posición adecuada para que esto ocurra. 

 En general, la recuperación de la actividad se completa a los seis meses de la intervención quirúrgica. 

Rotación interna o externa de los miembros inferiores en niños

Las alteraciones de rotación de miembros inferiores en niños son causa frecuente de consulta ortopédica infantil. En este artículo conocerás las causas y tratamientos disponibles para la rotación interna o externa de los miembros inferiores en niños 

Alineación del miembro inferior 

Cada parte del miembro inferior adquiere en el ser humano una configuración espacial, en condiciones normales, que denominamos alineación del miembro. Dicha alineación minimiza el trabajo muscular y el desgaste articular durante el desempeño de las actividades de soporte y locomoción.  

 La alineación normal de los miembros inferiores se evalúa mediante la medición de los ángulos que forman los distintos segmentos del miembro entre sí, así como los que forman las superficies articulares con el eje de la extremidad. 

Desarrollo de los miembros inferiores 

Entre la quinta y octava semana de embarazo se empieza a diferenciar el muslo, pierna, pie y dedos en el miembro inferior. Durante este desarrollo, se producen movimientos que hacen que los miembros inferiores roten y configuren su posición. 

 Dentro del útero se produce rotación externa de la cadera, rotación interna de la tibia y el pie se sitúa en posición variable. 

 A medida que los niños van creciendo, su aparato locomotor va sufriendo cambios y modificaciones que buscan adaptarse anatómicamente a la forma de la persona adulta 

 Durante este periodo dinámico se alargan los músculos y tendones, a medida que crecen los huesos, los cuales se alargan gracias a los cartílagos de crecimiento que poseen. Estos cambios van modificando la forma, el tamaño, la rotación y los ejes de los huesos. 

 Todo esto puede traer modificaciones en la rotación interna o externa de los miembros inferiores. Ciertas deformidades pueden volverse sintomáticas y asociarse a cambios degenerativos. 

Síntomas de la rotación de los miembros inferiores 

La manifestación más evidente de las rotaciones de miembros inferiores es la marcha con los pies apuntando hacia adentro, conocida como marcha convergente, o con los pies hacia afuera, también llamada marcha divergente.  

 Estas torsiones pueden ocurrir a cualquier nivel del miembro, desde la pelvis hasta los pies, siendo el fémur y la tibia donde ocurren con mayor frecuencia. 

 La mayoría de los niños y adultos caminan con sus pies en rotación externa media de 10º. Una marcha en rotación interna mayor a 10º o externa mayor a 30º (más o menos 2 desviaciones estándar de la media) se considera anormal. 

En algunos niños pueden aparecer dolores en la ingle, rodillas o tobillos, así como problemas para caminar o caídas constantes. 

Rotaciones normales del desarrollo 

Este tipo de deformidad suele corregirse espontáneamente cuando el niño crece, sin necesidad de aplicar ningún tratamiento. Sin embargo, pueden utilizarse algunas ayudas ortopédicas para mejorar la posición del miembro al caminar. 

Torsión femoral interna  

Es una causa frecuente de marcha con los pies hacia dentro en niños de entre 3 y 8 años. Generalmente, es bilateral y es más frecuente en niñas. 

 La marcha convergente es la característica principal, cuando el niño corre las rodillas parecieran chocar entre ellas y al momento de sentarse se evidencia la forma de «W», lo cual es una consecuencia y no la causa, ya que es la posición más relajada para sus caderas. 

 La antetorsión femoral suele empeorar hacia los 5 o 6 años de edad, posteriormente va disminuyendo hasta resolverse progresivamente de forma espontánea hacia los 8 años, por lo que en la mayoría de los casos no requiere ningún tratamiento. 

Torsión tibial interna 

Es la principal causa de marcha convergente en niños menores de 3 años. La mayoría de las veces de forma bilateral. De igual forma que la torsión femoral interna, suele corregirse espontáneamente entre los 8 y 10 años. 

Metatarso aducto 

Es una deformidad flexible relacionada con la postura intrauterina, que provoca marcha con los pies hacia dentro. El metatarso adductus se trata más de una deformidad posicional, frecuente, flexible, benigna y se resuelve espontáneamente antes de los 3 años 

Torsión femoral y tibial externa 

La marcha divergente que resulta de este tipo de torsiones externas es bastante infrecuente y debe ser evaluada por el médico especialista. Se evidencia la “marcha de pato” con los pies hacia afuera. 

Rotaciones secundarias a enfermedades 

Existen otras alteraciones de la alineación provocadas por enfermedades congénitas o adquiridas. Cualquier proceso osteoarticular patológico de origen traumático, neoplásico, inflamatorio, infeccioso o degenerativo podrá desencadenar una deformidad de los miembros inferiores. 

  • Traumático: la causa más frecuente son los problemas de calzado; otras causas son fracturas, contusión de tejidos blandos, esguinces de tobillo, entre otras. 
  • Infeccioso: osteomielitis, artritis séptica, celulitis, artritis reactiva postinfecciosa, tuberculosis ósea. 
  • Neoplásico: tumores espinales, neuroblastoma, tumores óseos benignos o malignos, linfoma, leucemia. 
  • Inflamatorio: sinovitis transitoria de la cadera, artritis crónica juvenil, lupus eritematoso sistémico. 
  • Congénito: luxación congénita de la cadera, acortamiento congénito del fémur, la anemia de células falciformes. 
  • Neuromuscular: parálisis cerebral, neuropatías sensitivo-motoras hereditarias. 
  • Ortopédica: es una forma de englobar al grupo de las epifisitis-osteocondritis, etc.  

Tratamiento para las rotaciones internas y externas  

La mayoría de las rotaciones de los miembros inferiores se resolverán espontáneamente sin ningún tratamiento. Solo en raras ocasiones cuando la deformidad perdura después de los 10 años se recurre a la cirugía. 

 

La única opción eficaz es la osteotomía derrotadora femoral, tibial o ambas, que solo se realizará en situaciones muy específicas. Las indicaciones quirúrgicas incluirían aquellos casos con antetorsión femoral severa que repercuta en la funcionalidad del paciente, que provoque caídas a repetición o una deformidad estéticamente inaceptable.  

 

En el caso de las deformidades secundarias a enfermedades, el tratamiento será doble: el específico de la causa que la provoque y el de la deformidad misma. 

El Twister clásico ya no se utiliza porque no se ha demostrado que cambie el curso de la deformidad y además tiene repercusiones psicológicas en los usuarios.  

 En cambio, se han desarrollado ortesis desrotadoras textiles, que llevan a cabo mejor la función, son mejor toleradas y son más cómodas, con lo que es más fácil que el niño las use. 

 En Orliman ofrecemos las siguientes ortesis para las rotaciones internas y externas de los niños: 

 El realineador de miembro inferior está compuesto por una faja y dos musleras en velour unidas entre sí por unas cintas elásticas que traccionan desde la cara interna de ambos muslos hasta la parte posterior de la faja.  

 Mantiene los miembros inferiores en rotación externa, obteniendo así una correcta alineación de los mismos, incorpora perlas de silicona en la cara interior que evitan el desplazamiento y rotación de la ortesis. 

 Se puede incorporar la funda protectora cincha elástica op1172-fund de tejido tubular de algodón suave para colocar como interfase en las cinchas elásticas. 

El desrotador tibiofemoral está compuesto por una faja y por unas cintas elásticas unidireccionales que hacen una tracción en forma de espiral desde la parte medial del pie hasta la cintura.  

Rota la tibia, el fémur y la cadera en el sentido que se desea corregir, con el fin de aportar más estabilidad articular y una mayor propiocepción del esquema corporal, obteniendo así una correcta alineación de los miembros inferiores.  

 Por su diseño, las cinchas elásticas OP1173 y OP1174D/I están confeccionadas para tratar la rotación interna del miembro seleccionado (derecha o izquierda según sea el caso). Si se desea aplicar un tratamiento de rotación externa de los miembros, bastará con seleccionar el lado contrario al miembro a tratar. 

 Si bien, estas ortesis no modifican permanentemente la enfermedad, pueden aliviar síntomas, conseguir un patrón de marcha más funcional, con mejora del equilibrio y la postura, y mayor autonomía para las actividades de la vida diaria.   

Hipercifosis postural: todo lo que debes saber

Las malas posturas al momento de trabajar, estudiar o realizar las actividades diarias, no solo puede traer como consecuencia dolores de espalda, sino que también trae consigo deformidades en la columna vertebral. La más común es la hipercifosis postural, de la cual estaremos hablando el día de hoy.

Curvaturas normales de la columna vertebral

En una vista lateral, la columna vertebral no es una estructura recta, esta presenta distintas curvaturas de manera fisiológica. Las curvaturas se conocen con el nombre de lordosis (cervical y lumbar) cuándo se pronuncian hacia adelante y cifosis (dorsal y sacra) cuando se pronuncian hacia atrás.

Estas curvaturas minimizan y distribuyen las cargas, al momento de caminar o estar de pie. Con el paso del tiempo, sumado algunos factores internos o externos, como las malas posturas, se pueden desencadenar hipercifosis posturales.

¿Qué es la hipercifosis postural?

La hipercifosis postural consiste en un aumento de la curvatura normal de la columna dorsal, como consecuencia de malos hábitos de higiene postural.

La mala postura en la infancia y durante la adolescencia al momento de estudiar es un desencadenante muy frecuente. Pero los adultos con trabajos que requieren estar mucho tiempo sentado o con una postura dorsal inadecuada también pueden desarrollar la hipercifosis postural.

Los cambios culturales que ha traído consigo la tecnología, han fomentado el sedentarismo y las largas jornadas de trabajo sentados frente a un computador, generalmente de forma inadecuada.

Estos hábitos de postura producen desgaste y degeneración de los discos intervertebrales, con la consecuente formación de la hipercifosis de causa postural.

En las personas mayores, en dónde existe una disminución de la densidad ósea, los cuerpos vertebrales se colapsan progresivamente, aumentando la curva cifótica torácica, formando la hipercifosis.

Síntomas de la hipercifosis postural

Sí bien algunas personas no presentan ningún síntoma, más allá de la deformidad de la espalda, otras pueden presentar:

  • Dolor de espalda
  • Espalda redondeada y pronunciada, popularmente conocida como joroba o giba
  • Hombros que caen hacia delante
  • Limitaciones en el movimiento, en especial cuando se trata de girar el tronco, levantarse o subir escaleras
  • Problemas de coordinación
  • Mareos o vértigos
  • Alteraciones del sueño por incomodidad
  • Dolor, hormigueo y adormecimiento en el cuello y las extremidades

En la hipercifosis postural avanzada pueden ocurrir síntomas graves como dificultades respiratorias, problemas cardiovasculares o entumecimiento de los brazos y las piernas, por compresión de las ramificaciones nerviosas y vasculares de la región dorsal.

Consecuencias de la hipercifosis

Además de los síntomas que puede desencadenar la hipercifosis también puede traer como consecuencia:

  • Alteraciones musculoesqueléticas que aumentan el riesgo de la aparición de hernias discales o fracturas vertebrales, ya que se aumenta la compresión sobre los discos intervertebrales.
  • Pueden aparecer desequilibrios musculares que favorecen la aparición de espasmos y contracturas musculares dorsales e inter escapulares.
  • Disminución de la autoestima, trastornos de imagen y depresión por la deformidad antiestética que produce la hipercifosis postural.

Tratamiento de la hipercifosis postural

Lo principal en la hipercifosis postural es tratar de corregir las posturas inadecuadas durante el día, acompañado de un enfoque terapéutico conservador en el cual se utiliza la fisioterapia combinada con el uso de ortesis correctivas y ejercicios que trabajen la musculatura de la espalda, hombros y tronco.

La corrección de los vicios posturales y el ejercicio adecuado, adaptado por el médico al caso específico de cada paciente, suele ser suficiente para corregir la hipercifosis y prevenir o tratar los dolores que puedan existir.

Para la corrección de la mala postura se pueden usar las siguientes espalderas que ayudan a mantener la correcta alineación vertebral en diferentes posturas (de pie o sentado), cómodas de usar y de fácil colocación:

No es recomendable utilizarlas más de 3-4 horas al día para evitar la atrofia muscular que conlleva el uso constante, por lo que hay que quitarlo con la periodicidad que prescriba el médico para hacer ejercicios.

Algunos estudios demuestran que los adolescentes con cifosis de entre 50 y 70 grados, casi siempre tendrán éxito con las ortesis, si el tratamiento se realiza antes de la madurez esquelética. La idea detrás de esto, es que la ortesis guiará el crecimiento de la columna vertebral para enderezarla.

Por otro lado, en los pacientes con madurez esquelética, las espalderas no corregirán la curvatura en sí, pero puede usarse como soporte y alivio del dolor.

En ambos casos se utilizará fisioterapia para fortalecer la espalda y los músculos abdominales. Esto aliviará la presión sobre la columna vertebral, ayudando a mejorar la postura y reducir las molestias.

También se prescriben ejercicios de estiramiento y actividades cardiovasculares, para ayudar a aliviar el dolor de espalda y la fatiga.

Como prevenir la hipercifosis postural

La prevención viene determinada por unos buenos hábitos de higiene postural durante las actividades diarias y al momento de acostarse. Estas son algunas medidas que pueden evitar la hipercifosis postural:

Presta atención a la postura

Cuando estés de pie, equilibra el peso de manera equitativa en los pies. No te encorves. Si debes permanecer de pie por largas jornadas, mantén un pie alto en algún soporte y ve alternándolos para ir descargando la tensión. Las mujeres que pasan mucho tiempo de pie deben evitar el zapato de tacón.

Para promover una buena postura al sentarte, elige una silla que brinde soporte a la región lumbar. Ajusta la altura de tu silla de manera que los pies descansen planos sobre el piso o sobre un reposapiés y tus muslos estén paralelos al piso.

Retira la billetera o el teléfono celular del bolsillo trasero cuando estés sentado para no ejercer más presión en los glúteos o en la parte inferior de la espalda.

Levanta peso de manera adecuada

Cuando levantes y cargues un objeto pesado, procura que esté cerca del cuerpo, flexiona las rodillas y contrae los músculos del estómago. Usa los músculos de las piernas para sostener el cuerpo mientras estás de pie.

Sostén el objeto cerca del cuerpo. Mantén la curva natural de la espalda. No tuerzas el cuerpo al levantar objetos. Si un objeto es demasiado pesado para levantarlo sin peligro, pídele ayuda a alguien.

Modifica las tareas repetitivas

Usa dispositivos de elevación, cuando estén disponibles, como ayuda para levantar cargas. Trata de alternar las tareas físicamente exigentes con las menos exigentes.

Si trabajas frente a una computadora, asegúrate de que el monitor, el teclado, el mouse y la silla estén en la posición correcta.

Si hablas por teléfono con frecuencia coloca el teléfono en altavoz o usa auriculares con micrófono. Cuando uses el móvil procura mantener la espalda recta y elevar el teléfono a la altura adecuada.

Evita doblarte, torcerte y extenderte innecesariamente. Limita el tiempo que pasas cargando maletines, carteras y bolsos pesados.

Escucha a tu cuerpo

Si debes permanecer sentado durante un período prolongado, cambia de posición con frecuencia. Camina de a ratos y estira los músculos con suavidad para aliviar la tensión.

Educa a los niños y adolescentes

Durante la edad escolar es donde hay posibilidades para educar a los niños en la adquisición de hábitos que en un futuro garanticen una buena higiene postural.

La forma de sentarse en el pupitre, evitar las cargas innecesarias de libros que hagan aumentar el peso de sus mochilas, además de enseñar otras posturas correctas, a través de sus maestros y fundamentalmente en la asignatura de Educación Física y que ellos a su vez puedan ser facilitadores en su hogar y comunidad.

Enfermedades reumáticas: Qué son y cómo tratarlas

Dolor, incapacidad, depresión y pérdida del empleo, son factores relacionados con las enfermedades reumáticas que afectan la vida de muchas personas.  

 En este artículo conocerás qué son, cuál es su causa, síntomas y el tratamiento a seguir de las enfermedades reumáticas. 

¿Qué significa la enfermedad reumática? 

Las enfermedades reumáticas son aquellas que afectan el aparato locomotor, específicamente articulaciones, huesos, cartílagos, ligamentos, tendones y el tejido conectivo. Algunas enfermedades reumáticas también pueden afectar órganos internos. 

 Existen más de 200 tipos de enfermedades reumáticas, pero las principales y más frecuentes son las siguientes:  

  • Artritis: psoriásica, idiopática juvenil, reumatoide 
  • Artrosis 
  • Esclerosis sistémica 
  • Espondilitis anquilosante 
  • Fibromialgia 
  • Fiebre mediterránea familiar 
  • Gota 
  • Lupus eritematoso sistémico 
  • Miopatías 
  • Osteoporosis  
  • Policondritis recidivante 
  • Polimialgia reumática 
  • Sarcoidosis 
  • Síndrome de Sjögren 
  • Vasculitis  

¿Qué causa las enfermedades reumáticas?  

Existen distintos factores que pueden causar una enfermedad reumática, entre los que podemos destacar:  

  • Causas degenerativas, por uso, sobreuso o mal uso de los componentes del sistema osteomuscular, aumenta su frecuencia con la edad. Su representante principal es la artrosis. 
  • Causas metabólicas, como la alteración del ácido úrico que produce la gota. 
  • Causas inmunológicas, en dónde los anticuerpos atacan las células y tejidos del cuerpo, produciendo daño e inflamación, como ocurre en el lupus eritematoso sistémico o la artritis reumatoide. 
  • Causas genéticas, como en el síndrome de hiperlaxitud articular.  
  • Causas infecciosas, como en la fiebre reumática, que se puede presentar después de una faringitis estreptocócica o la escarlatina mal tratada.  

Síntomas de las enfermedades reumáticas  

Los síntomas de las enfermedades reumáticas pueden variar de persona en persona y según la enfermedad reumática que las afecte. Sin embargo, existen síntomas comunes y frecuentes que pueden ayudar a identificar las enfermedades reumáticas como: 

  • Dolor, que generalmente empieza de forma aguda y posteriormente se prolonga en el tiempo haciéndose crónico. Se presenta principalmente en las articulaciones. 
  • Inflamación, enrojecimiento y calor en las articulaciones. 
  • Deformidad en las articulaciones, principalmente en las articulaciones pequeñas de las manos y los pies. 
  • Rigidez en las articulaciones posterior a largos periodos de reposo, especialmente al despertar (rigidez matutina). 
  • Malestar general. Fatiga, cansancio y debilidad. 
  • Insomnio. 
  • Contracturas musculares. 
  • Hormigueo y quemazón cerca de las articulaciones. 
  • Movilidad limitada o limitación funcional de una o varias articulaciones, con la consecuente disminución de la calidad de vida. 

Alguna de las enfermedades reumáticas también pueden causar síntomas en otros órganos: 

  • Heridas en la piel. 
  • Orinas con sangre por afectación del riñón. 
  • Disminución o pérdida de la visión. 
  • Dolor en el pecho o sensación de falta de aire por afectación de los pulmones o el corazón.  

Cómo se diagnostican las enfermedades reumáticas  

Según la Fundación Española de Reumatología, 1 de cada 4 personas mayores de 20 años en España es afectada por una enfermedad reumática. Estas enfermedades pueden presentarse a cualquier edad, y la clave para su control está en el diagnóstico y el tratamiento temprano 

Para establecer el diagnóstico de una enfermedad reumática es primordial la consulta con el médico reumatólogo, el cual realizará ciertas preguntas y hará un examen físico exhaustivo con el cual orientará su impresión diagnóstica 

También pueden ser necesarias pruebas en sangre, radiografías, ecografías o resonancias magnéticas para confirmar el diagnóstico. 

Signos de alarma para consultar al médico 

Con el fin de realizar un diagnóstico temprano, es fundamental que ante la presencia de estos síntomas acudas a la consulta: 

  • Dolor articular prolongado durante cuatro a seis semanas. 
  • Dolor acompañado de inflamación (enrojecimiento, calor y sin posibilidad de moverse). 
  • Presentar molestias y tener antecedentes familiares. 
  • Aumento de la intensidad de los síntomas o la presencia de sensación de “rigidez” al momento de levantarse.

Tratamiento de las enfermedades reumáticas 

En la actualidad, no existe una forma precisa de evitar el desarrollo de una enfermedad reumática, sin embargo, se pueden disminuir ciertos factores para evitar su progresión como: 

El tratamiento especifico de las enfermedades reumáticas tiene distintas indicaciones que buscan aliviar el dolor y disminuir el avance de la enfermedad, llevando incluso algunas a su remisión temporal. Este tratamiento consiste en una combinación de: