Hiperlordosis, ¿cómo combatir los síntomas?

En la zona lumbar, la columna vertebral está formada por cinco vértebras cuyo volumen y cuyos discos son de mayor tamaño que el resto. Esto se debe a que su función principal es la de soporte, amortiguación y distribución de la carga. Su correcta curvatura es esencial para tener una buena biomecánica y un reparto eficiente de las cargas en la zona lumbar. Sin embargo, existen diversos factores que provocan un aumento de la curva, hiperlordosis, y que pueden provocar dolor, lesiones, hernias discales o degeneración. Saber cómo combatir los síntomas ayudará a frenar el aumento de la curvatura y combatir sus dolencias.

¿Qué es la hiperlordosis?

La hiperlordosis o aumento de la curvatura normal en esta zona de la columna vertebral va asociada a un desequilibrio de la musculatura pélvica. Por un lado, la musculatura lumbar se acorta y por otro la zona de los abdominales y glúteos se debilitan y no pueden sujetar el peso.

El principal problema de la hiperlordosis es que la mayoría de las veces no suele producir síntomas. El dolor en la zona suele ser el principal indicador, sobre todo cuando se pasa mucho tiempo de pie y parado. Pero a la larga, la hiperlordosis produce una excesiva presión en las vértebras. Y es cuando aparece rigidez, lesiones de discos, lesiones nerviosas, como la ciática o el lumbago. Por eso es importante actuar a tiempo, así evitamos que esa curvatura aumente y reducir la probabilidad de aparición de lesiones.

La hiperlordosis va unida al sedentarismo, estrés, falta de actividad física o una mala higiene postural.

Factores como el sedentarismo, el estrés, la falta de actividad física o una mala higiene postural son determinantes en la aparición de la hiperlordosis. Por lo tanto es importante corregir esos factores para mantener la curvatura de la columna vertebral correcta.

¿Cómo? Con ejercicio y actividad física que corrija el exceso de curvatura lumbar. Además hay que trabajar el estiramiento de los músculos acortados y el fortalecimiento de la musculatura abdominal.

Y por último, hay que adquirir buenos hábitos posturales. Así se protege la espalda de todas las actividades que se realizan a lo largo del día. Además, para ayudar a mantener la postura correcta, evitar el dolor y ayudar a la contención lumbar puede ser conveniente el uso de ortesis. Como la faja sacrolumbar o la faja semirrígida de Orliman. Eso sí, siempre hay que usarlas bajo prescripción médica y  siguiendo las pautas de uso que indique el especialista, para evitar la atrofia muscular.

La Faja sacrolumbar con almohadilla unisex y la Faja sacrolumbar semirrígida unisex están diseñada con un vendaje elástico tridimensional. Este, junto con la almohadilla de fricción viscoelástica, produce compresión y micromasaje en la zona lumbar y lumbosacra. Además elimina las tensiones y aporta un efecto analgésico. Estas fajas también son de gran ayuda para evitar los problemas de lumbago y ciática.

Por su parte, la Faja sacrolumbar semirrígida alta está realizada con un material que aporta un 50% más de compresión. Además es muy cómoda de llevar y es de fácil colocación. Esta faja semirrígida también sirve para combatir los problemas de lumbago y ciática.

Realizar un poco de actividad física y mantener una buena higiene postural es fundamental para evitar muchas dolencias en la espalda, como la hiperlordosis. Además te ayudará a llevar una vida más sana, eliminar el estrés y perder peso.

 

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