La terapia Lipogems consiste en el uso de células madre para regenerar el cartílago
La artrosis es una enfermedad caracterizada por el deterioro progresivo del cartílago. Hasta ahora ese desgaste podía ralentizarse, para paliar el dolor y evitar la rigidez. Con la terapia Lipogems, que consiste en la aplicación de células madre en la zona afectada por la artrosis, se consigue regenerar el cartílago, aliviar el dolor y mejorar la movilidad de los pacientes.
Las terapias con células madre tienen el potencial de tratar un amplio espectro de enfermedades. Desde rizartrosis hasta diabetes, enfermedades neurodegenerativas, lesiones de médula espinal o enfermedades cardíacas. Esta medicina regenerativa consiste en reparar tejidos de una zona afectada con células madre. En el caso de la artrosis, por ejemplo, la diferencia con otros tratamientos es que la terapia Lipogems regenera el cartílago, evita una cirugía y las secuelas y mejora la calidad de vida del paciente.
¿En qué consiste la terapia Lipogems? La terapia Lipogems consiste en una inyección intraarticular de células madre mesenquimales. Estas células madre mesenquimales de derivación adiposa muestran un enorme potencial regenerativo. Además, se ha demostrado que su capacidad regenerativa es independiente de la edad del sujeto. Lo que hace que el procedimiento sea válido incluso en aquellas personas más mayores.
Un sitio ideal para la obtención de células mesenquimales es el tejido adiposo del abdomen o los muslos. Así pues, la técnica consiste en extraer una muestra de tejido adiposo a través de una pequeña aguja que se introduce en el abdomen, el muslo, los glúteos o, en general, donde está más presente. Mediante una manipulación mínima, se alcanza una reducción volumétrica del muestreo mediante la eliminación de residuos aceitosos y sanguíneos con contenido proinflamatorio. Con un procedimiento mecánico, se activa la fracción estromal del tejido adiposo que contiene células mesenquimales.
El procedimiento se realiza en el quirófano, dura aproximadamente 25 minutos, requiere anestesia local y es indoloro. Después de aproximadamente tres días, el paciente puede reanudar la mayor parte de su actividad normal.
La terapia Lipogems mejora la calidad de vida del paciente
Los pacientes tratados con la terapia Lipogems experimentan una mejoría clínica evidente, tanto en el dolor como en la función articular: de hecho, en unos pocos meses las células madre mesenquimales inyectadas actúan reparando el cartílago desgastado o favoreciendo la curación del tendón que está sufriendo.
La principal ventaja de la terapia Lipogems es que en los días posteriores al tratamiento hay una reducción notable del dolor, hasta su desaparición, y una recuperación motora de la articulación tratada.
Esta terapia puede ser una solución muy beneficiosa para uno de los tipos de artrosis más comunes: la rizartrosis. La osteoartritis de la primera articulación CMC o rizartrosis afecta al 65% de la población mayor de 65 años. Los que la sufren, además del dolor, tienen dificultad para agarrar objetos. Principalmente por la inestabilidad de la primera articulación CMC, inflamación y rigidez en las manos. Si se detecta a tiempo, hasta ahora se podía optar por un tratamiento conservador. Antiinflamatorios y hielo para bajar la inflamación, fisioterapia y el uso de una ortesis de mano, como Manutec Fix Rizart Plus de Orliman.
Esta ortesis de mano absorbe los constantes micromovimientos que inconscientemente se realizan durante el día. Esta ortesis de mano posiciona y estabiliza el pulgar en una posición adecuada. Mientras que permite la libre movilidad de los demás dedos. Así se asegura la funcionalidad de la mano y permite su función de agarre. Además alivia el dolor. Esta ortesis de mano está diseñada para osteoartritis de la primera articulación CMC, artroplastia de la primera articulación CMC, instabilidad de la primera articulación CMC y rizartrosis.
En caso de que el tratamiento conservador no funcione, se recurría a la cirugía. En la actualidad, la terapia Lipogems está empezando a sustituirla. La disponibilidad de grandes cantidades de células madre mesenquimales y su potencial de diferenciación han convertido a éstas en la principal esperanza terapéutica para la artrosis.