En el tratamiento para la hernia discal se persigue aliviar el dolor y frenar la degeneración
Una hernia discal provoca dolor y afecta a la calidad de vida. Por ello es clave detectarla a tiempo para establecer un tratamiento para la hernia discal eficaz para cada caso. Porque una hernia discal, si no se trata a tiempo, puede degenerar en espondiloartrosis o en espondilólisis.
Las vértebras de la columna se encuentran separadas por discos que amortiguan los movimientos y dejan espacio entre ellas. Esto es precisamente lo que hace posible la articulación de la columna y lo que nos permite hacer movimientos como doblar la espalda, agacharnos o estirar el tronco.
Los discos cumplen una función muy importante de amortiguación y reparto de cargas. Y cualquier afección de los mismos puede ser grave si no se trata con celeridad. Un exceso de presión sobre los nervios raquídeos tiene como resultado dolor, entumecimiento y debilitamiento en el estado del paciente. Pero no todos los pacientes sufren dolor. En los casos en los que la hernia se produce en una zona con pocas fibras nerviosas puede pasar desapercibida. Y una hernia no tratada puede seguir degenerando el disco y eso puede causar espondiloartrosis o espondilólisis.
La mayoría de las hernias de disco se localizan en la región lumbar, si bien también son muy frecuentes las situadas en los discos cervicales, es decir, en la zona del cuello.
En los primeros casos, la mayoría de los pacientes suele alegar dolor cortante y agudo que puede irradiarse hacia las extremidades inferiores. El episodio de dolor puede producirse de manera paulatina o anunciarse con una sensación de desgarro o chasquido en la columna.
La faja sacrolumbar de Orliman es el complemento perfecto para el tratamiento de la hernia discal
El primer tratamiento para la hernia discal es reposo breve y analgésicos. También pueden recetarse antiinflamatorios no esteroideos o relajantes musculares. Es muy importante mantener una buena higiene postural. Y evitar levantar objetos pesados o hacerlo de forma incorrecta. El asesoramiento de un fisioterapeuta puede ser de gran ayuda para evitar la evolución de este tipo de lesiones, a una espondiloartrosis o espondilólisis por ejemplo, especialmente en una fase inicial.
Además, utilizar una faja sacrolumbar que refuerce la zona puede ser de gran ayuda. La faja sacrolumbar ayuda a mejorar la funcionalidad y a reducir el dolor. Y también a mantener una postura correcta. Son el complemento perfecto para el tratamiento de la hernia discal. Por ejemplo, el modelo de Faja Sacrolumbar Semirrígida Corta de Orliman aporta un 50% más de compresión que los utilizados convencionalmente. Está especialmente indicada para el tratamiento de la hernia discal, el lumbago y la lumbociática. Así como para los procesos degenerativos de la columna, atonía y debilidad muscular.
Su uso es muy recomendable en el tratamiento para la hernia discal. Especialmente en los periodos pre y post operatorios ya que ayuda a reforzar la zona lumbar adaptándose perfectamente a la anatomía del paciente. Además, la faja sacrolumbar de Orliman está confeccionada con una técnica de costuras sin hilos que evitan rozamientos molestos, y es de fácil colocación incluso para personas con dificultades de movilidad.
También es importante hacer ejercicios que refuercen la musculatura de la zona. El ejercicio se ha demostrado como muy efectivo para reducir el riesgo de padecer recaídas. Pero hay que ponerse en manos de profesionales para saber cuándo y cómo practicarlo.