A la osteoporosis se le conoce como la epidemia silenciosa, ya que es una patología que no produce síntomas y se va desarrollando hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un aumento de la fragilidad de los huesos, lo que incrementa el riesgo de sufrir fracturas (se estima que es la causante de unas 100.000 fracturas al año en España).
Las más frecuentes son la fractura de cadera y la fractura vertebral. La fractura vertebral produce dolores muy agudos en la espalda y condicionan la progresiva deformidad de la misma, debido a los aplastamientos vertebrales. Este dolor puede dar paso a un dolor sordo y más continuo, producido por microfracturas que suele ser el síntoma más frecuente para detectar la enfermedad y realizar un diagnóstico.
La fractura de cadera por osteoporosis suele aparecer en edad más tardía, alrededor de los 70 años y suele producirse por fracturas en huesos largos como el fémur.
Aunque nadie está libre de padecer osteoporosis (incluso los niños y los adolescentes), lo cierto es una enfermedad que suele afectar a mujeres postmenopáusicas. Las cifras de la Sociedad Española de Reumatología (SER) indican que aproximadamente 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años sufrirá una fractura osteoporótica en su vida.
Otros factores que favorecen su aparición son factores genéticoso factores hereditarios (la incidencia de esta enfermedad es mayor en aquellas personas cuyos padres o abuelos la hayan padecido); desnutrición o una mala alimentación debido a una dieta pobre en calcio y vitamina D (son elementos fundamentales para la formación del hueso); algunas patologías como el hipertiroidismo o el Síndrome de Cushing; la inmovilización prolongada (bien sea por enfermedad prolongada o por sedentarismo); algunos medicamentos como el uso prolongado de esteroides, corticoides, antiepilépticos o para el tiroides; y el exceso de tabaco, alcohol y café.
El tratamiento para la osteoporosis va encaminado a reducir el riesgo de fracturas, limitar sus secuelas y disminuir los dolores. Por ejemplo a través del uso de órtesis como el Body para el Tratamiento de la Osteoporosis de Orliman, que ayuda a reforzar la musculatura del tronco y lo endereza, reduce el dolor y la inclinación del cuerpo que suele provocar la osteoporosis y con ella la tendencia a las caídas, con lo que se reduce el riesgo de fracturas.
Otro producto de Orliman indicado para el tratamiento de la osteoporosis es la Faja Lumbitron Dorsolumbar Semirrígida Forte, que ofrece una fuerte sujección lumbar y su pieza espaldar ejerce un efecto tracción que ayuda al enderezamiento dorsal, a la vez que protege la columna dorsal y lumbar.
También es importante el ejercicio físico y la alimentación. Diversos estudios han demostrado que la dieta mediterránea favorece la salud de los huesos y es un buen método de prevención de la osteoporosis. Y si se complementa con alimentos ricos en calcio se protegen los huesos, se activa la contracción de los músculos, se favorece la transmisión de los impulsos nerviosos y mejora la coagulación de la sangre.
A todo ello se debe seguir un tratamiento farmatológico por un lado para evitar la pérdida de masa ósea como los estrógenos, la calcitonina y los bifosfonatos y por otro lado para estimular la formación ósea y evitar la fragilidad de los huesos, como los floururos, la vitamina D y los anabolizantes.
Las investigaciones médicas avanzan buscando nuevos tratamientos, como intervenciones quirúrgicas con células madre y nuevos fármacos que faciliten una mayor adherencia al tratamiento y que reduzcan las fracturas. Nuevas vías para tratar la osteoporosis, una enfermedad que afecta a cerca de 75 millones de personas en Europa, Estados Unidos y Japón.