El pie es una de las partes del cuerpo que más sufre en nuestro día a día, ya que soporta todo nuestro peso y nos permite caminar y realizar diversas actividades. Por desgracia, también es propenso a sufrir lesiones, enfermedades y otros problemas que pueden afectar nuestra calidad de vida.
En este artículo, abordaremos algunas de las lesiones y enfermedades más comunes del pie, así como los cuidados y curiosidades que debemos conocer para mantener nuestros pies saludables y en buen estado.
Índice
- 1 Lesiones y enfermedades comunes del pie
- 2 Trece consejos para cuidar tus pies
- 2.1 Mantén una buena higiene
- 2.2 Sécalos bien
- 2.3 Hidrata tus pies
- 2.4 Masajes para relajar
- 2.5 Cuida tus uñas
- 2.6 Usa buenos calcetines
- 2.7 Usa el calzado adecuado
- 2.8 Evita usar tacones altos y estrechos
- 2.9 Compra tus zapatos por la tarde
- 2.10 Realiza ejercicios con regularidad
- 2.11 Evita las infecciones del pie
- 2.12 Utiliza productos ortopédicos para proteger los pies
- 2.13 Si presentas alguna lesión o enfermedad…
- 3 Curiosidades sobre tus pies que quizás no sabías
Lesiones y enfermedades comunes del pie
En nuestros pies hay más de 100 tendones, 33 articulaciones, 26 huesos y 19 músculos, por lo que es común encontrar diversas enfermedades en ellos. Las lesiones y enfermedades del pie más frecuentes son:
Juanetes
Técnicamente, se llaman Hallux Valgus, y consiste en una protuberancia ósea en la articulación de la base del dedo gordo del pie, causada por la presión en el dedo gordo o por la artritis. Se evidencia una masa dura y dolorosa en la articulación del dedo gordo del pie.
Callos y durezas
Su nombre técnico es hiperqueratosis, es un engrosamiento de la piel por la fricción o la presión, principalmente en la planta del pie.
Metatarsalgia
Es dolor en la parte delantera (región metatarsiana) del pie. El dolor suele ser punzante y puede llegar a ser muy intenso. Empeora durante la práctica de deportes con gran impacto sobre la planta del pie y, en los casos avanzados, simplemente por el hecho de caminar descalzos.
La metatarsalgia es muy habitual entre los deportistas, debido a una mala mecánica en la fase de despegue, al caminar o al correr. Las mujeres también son proclives a desarrollarla, por el uso de calzado inadecuado, especialmente con excesivo tacón, con poca suela o con una punta demasiado angosta.
Bursitis retrocalcánea
Inflamación dolorosa del talón causada por una presión o una lesión en la bursa o bolsa retrocalcánea. La bursa es un saco lleno de líquido que actúa como un cojín y lubricante entre los tendones y músculos que se deslizan sobre el hueso.
Provoca hinchazón y sensibilidad en la parte posterior del talón y el tobillo. El dolor generalmente empeora mientras se usa zapatos y durante la actividad, mejora con el reposo.
Tendinitis o tendinosis del tendón de Aquiles
Sucede cuando se rompen los tejidos blandos en y alrededor del tendón de Aquiles, que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón.
Conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón.
Fractura por sobrecarga
Se refiere a una pequeña fisura en un hueso. Puede ocurrir en los dedos de los pies o en el pie mismo.
Fascitis plantar
Esta es la inflamación de la fascia plantar, un ligamento ancho y plano en la parte inferior del pie. Este ligamento se extiende desde la parte delantera del talón hasta la base de los dedos. Ayuda a mantener el arco del pie.
El principal síntoma de la fascitis plantar es el dolor punzante en el talón, que se extiende hasta la planta del pie y aumenta cuando se palpa o se flexiona el pie. Aparece de forma progresiva, y es más frecuente al levantarse.
Pie diabético
La elevación de los niveles de glicemia en sangre produce daños en los vasos sanguíneos y nervios que se encuentran en las extremidades, en especial de los pies. El daño de estas estructuras facilita la aparición del pie diabético con heridas por falta de sensibilidad y una cicatrización defectuosa.
Esguinces
Son el resultado de un desgarro de ligamentos en los dedos de los pies o el pie.
Otras lesiones
Las enfermedades y lesiones en los pies pueden ser muy variadas, además de las ya mencionadas también se pueden encontrar:
- Artrosis o lesiones del cartílago: desgaste o daño al tejido que cubre la superficie del hueso.
- Quistes o tumores: son sacos llenos de aire, líquido u otras sustancias.
- Espuelas de talón: También conocido como espolón calcáneo, es un crecimiento anormal de hueso en el talón, muchas veces relacionado con la fascitis plantar.
- Infecciones del pie: la más frecuente es el pie de atleta ocasionado por hongos, pero también pueden producirse en los huesos o en las articulaciones por bacterias.
- Compresión, daño o pinzamiento de los nervios del pie: compresión de las estructuras óseas o de las partes blandas del tobillo durante determinadas actividades, como poner los pies en punta.
- Artritis reumatoide: un trastorno articular inflamatorio crónico.
- Verrugas en la planta del pie
- Caída del arco: También conocido como pie plano
- Ampollas y rozaduras.
- Sequedad cutánea o el exceso de transpiración.
El uso de calzado inadecuado, la edad, largas horas de pie, el sobrepeso, prácticas deportivas o actividad física frecuente y la diabetes mellitus tipo 2 aumentan las posibilidades de tener problemas en los pies.
Trece consejos para cuidar tus pies
Los grandes esfuerzos a los cuales están sometidos los pies a diario ameritan que le brindemos una cuidadosa atención para mantenerlos sanos. Sigue estos consejos para tener tus pies bien cuidados:
Mantén una buena higiene
Asegúrate de lavar bien los tobillos, las plantas, las uñas y los espacios entre los dedos.
Sécalos bien
El exceso de humedad y el calor, así como los restos de jabón, favorecen la proliferación de hongos y bacterias, por lo que es importante que prestes especial atención a los espacios entre los dedos y dediques un tiempo a dejar los pies bien secos antes de ponerte cualquier calzado.
Hidrata tus pies
Aplica una crema hidratante después de la higiene diaria, sobre todo en los talones, la zona del pie que más se reseca y en la que pueden aparecer grietas. Emplea un producto adecuado según el estado de tu piel.
Masajes para relajar
Aprovecha el momento de aplicar la crema hidratante para realizar un pequeño masaje por todo el pie, abarcando desde el talón hasta el tobillo y con dedicación a la planta y el empeine. Esto relajará los músculos y te hará sentir mejor.
Cuida tus uñas
Ten mucho cuidado al cortarte las uñas de los pies, porque pueden encarnarse si lo haces mal. Usa un cortaúñas o una tijera especial y córtalas con forma cuadrada, sin que queden bordes irregulares o esquinas salientes y dejando dos milímetros de distancia respecto a la zona en que la uña se adhiere a la piel.
Usa buenos calcetines
Apuesta por prendas elaboradas con materiales como el algodón, en lugar de los que contienen fibras sintéticas e impiden la correcta transpiración. Así mismo, haz lo posible por evitar las costuras muy marcadas que ejercen presión o roces sobre la piel.
En orliman tenemos distintos calcetines que se adecuan a tus necesidades, el calcetín técnico deportivo orliman sport, calcetín de viaje o el calcetín para pie diabético.
Usa el calzado adecuado
Utiliza un calzado flexible, transpirable, de anchura adecuada a tus pies y cómodo. Busca aquellos que tengan una planta acolchada o, en su defecto, utiliza una almohadilla plantar sintética para evitar sobrecargar tus pies. Si requieres un zapato especial puedes ver nuestra línea de calzado terapéutico.
Tan perjudicial es llevar un calzado demasiado ajustado como demasiado ancho. En ambos casos, el pie no se adapta correctamente al zapato, por lo que esto puede causar la aparición de dolencias en nuestros pies o lesiones que nos impiden caminar con normalidad: rozaduras, juanetes, uña encarnada, espolón calcáneo, pie de atleta, etc.
Evita usar tacones altos y estrechos
Los tacones altos y estrechos deben evitarse dentro de lo posible. Los podólogos desaconsejan llevar zapatos de tacón, porque alteran la postura natural del cuerpo e invierte el reparto natural del peso del cuerpo sobre los pies.
Es decir, según estudios científicos, cuando estamos descalzos en el suelo, el talón soporta el 75% del peso y la parte delantera o antepié, el 25%, mientras que cuando llevamos un tacón de 3 o 4 centímetros, la proporción pasa a ser de 50%-50% y, conforme aumenta la altura del tacón, los patrones continúan alterándose hasta acabar invertidos.
Por eso, es recomendable usar calzado plano (pero no con suela demasiado fina) o, en todo caso, un tacón de dos a cuatro centímetros, sin sobrepasa esta altura.
Compra tus zapatos por la tarde
El tamaño del pie puede variar en el transcurso del día debido a las actividades que se realicen, debido a la acumulación de líquidos, por lo que la hora recomendada para comprar zapatos en la tarde cuando el pie se encuentra hinchado, de esta manera nos aseguraremos que el zapato no nos apretara y es el ideal.
Realiza ejercicios con regularidad
Es fundamental mantener los músculos, articulaciones y tendones de los pies activos. Para trabajarlos, estira y recoge a menudo los pies, mueve los dedos y gira los tobillos.
Evita las infecciones del pie
Para evitar las infecciones por hongos o verrugas, protege tus pies utilizando chanclas o escarpines de goma en zonas húmedas de uso público como las piscinas o playas. También evita compartir las herramientas para cortar las uñas, ni siquiera con otros miembros de la familia.
Utiliza productos ortopédicos para proteger los pies
Existen productos diseñados para aliviar los dolores provocados por las distintas patologías: almohadillas plantares, correctores de juanetes, protectores antifricción, dediles y separadores para callos, taloneras, plantillas…
Todos con el fin de prevenir lesiones o aliviar las que ya están presentes.
Si presentas alguna lesión o enfermedad…
La mayoría de los dolores y lesiones leves de pies se resuelven con tratamientos caseros, que incluyen reposo, hielo, compresión y elevación del pie. Pero si esto no resuelve el problema, es necesario que consultes con un médico o podólogo para iniciar el tratamiento adecuado.
Curiosidades sobre tus pies que quizás no sabías
- Durante el verano nuestros pies pueden llegar a aumentar una talla más, debido al calor.
- Las mujeres presentan dolencias en los pies hasta cuatro veces más que los hombres.
- 9 de cada 10 mujeres no usan la talla de calzado adecuada.
- El pie reúne una cuarta parte de los huesos de nuestro cuerpo.
- Una persona camina de media unos 10.000 pasos al día. Esto son 24.000 kilómetros a lo largo de su vida, lo que equivaldría a dar la vuelta al mundo un total de cuatro veces.
- Un par de pies contiene aproximadamente 250.000 glándulas sudoríparas.