Hipercifosis postural: todo lo que debes saber

Las malas posturas al momento de trabajar, estudiar o realizar las actividades diarias, no solo puede traer como consecuencia dolores de espalda, sino que también trae consigo deformidades en la columna vertebral. La más común es la hipercifosis postural, de la cual estaremos hablando el día de hoy.

Curvaturas normales de la columna vertebral

En una vista lateral, la columna vertebral no es una estructura recta, esta presenta distintas curvaturas de manera fisiológica. Las curvaturas se conocen con el nombre de lordosis (cervical y lumbar) cuándo se pronuncian hacia adelante y cifosis (dorsal y sacra) cuando se pronuncian hacia atrás.

Estas curvaturas minimizan y distribuyen las cargas, al momento de caminar o estar de pie. Con el paso del tiempo, sumado algunos factores internos o externos, como las malas posturas, se pueden desencadenar hipercifosis posturales.

¿Qué es la hipercifosis postural?

La hipercifosis postural consiste en un aumento de la curvatura normal de la columna dorsal, como consecuencia de malos hábitos de higiene postural.

La mala postura en la infancia y durante la adolescencia al momento de estudiar es un desencadenante muy frecuente. Pero los adultos con trabajos que requieren estar mucho tiempo sentado o con una postura dorsal inadecuada también pueden desarrollar la hipercifosis postural.

Los cambios culturales que ha traído consigo la tecnología, han fomentado el sedentarismo y las largas jornadas de trabajo sentados frente a un computador, generalmente de forma inadecuada.

Estos hábitos de postura producen desgaste y degeneración de los discos intervertebrales, con la consecuente formación de la hipercifosis de causa postural.

En las personas mayores, en dónde existe una disminución de la densidad ósea, los cuerpos vertebrales se colapsan progresivamente, aumentando la curva cifótica torácica, formando la hipercifosis.

Síntomas de la hipercifosis postural

Sí bien algunas personas no presentan ningún síntoma, más allá de la deformidad de la espalda, otras pueden presentar:

  • Dolor de espalda
  • Espalda redondeada y pronunciada, popularmente conocida como joroba o giba
  • Hombros que caen hacia delante
  • Limitaciones en el movimiento, en especial cuando se trata de girar el tronco, levantarse o subir escaleras
  • Problemas de coordinación
  • Mareos o vértigos
  • Alteraciones del sueño por incomodidad
  • Dolor, hormigueo y adormecimiento en el cuello y las extremidades

En la hipercifosis postural avanzada pueden ocurrir síntomas graves como dificultades respiratorias, problemas cardiovasculares o entumecimiento de los brazos y las piernas, por compresión de las ramificaciones nerviosas y vasculares de la región dorsal.

Consecuencias de la hipercifosis

Además de los síntomas que puede desencadenar la hipercifosis también puede traer como consecuencia:

  • Alteraciones musculoesqueléticas que aumentan el riesgo de la aparición de hernias discales o fracturas vertebrales, ya que se aumenta la compresión sobre los discos intervertebrales.
  • Pueden aparecer desequilibrios musculares que favorecen la aparición de espasmos y contracturas musculares dorsales e inter escapulares.
  • Disminución de la autoestima, trastornos de imagen y depresión por la deformidad antiestética que produce la hipercifosis postural.

Tratamiento de la hipercifosis postural

Lo principal en la hipercifosis postural es tratar de corregir las posturas inadecuadas durante el día, acompañado de un enfoque terapéutico conservador en el cual se utiliza la fisioterapia combinada con el uso de ortesis correctivas y ejercicios que trabajen la musculatura de la espalda, hombros y tronco.

La corrección de los vicios posturales y el ejercicio adecuado, adaptado por el médico al caso específico de cada paciente, suele ser suficiente para corregir la hipercifosis y prevenir o tratar los dolores que puedan existir.

Para la corrección de la mala postura se pueden usar las siguientes espalderas que ayudan a mantener la correcta alineación vertebral en diferentes posturas (de pie o sentado), cómodas de usar y de fácil colocación:

No es recomendable utilizarlas más de 3-4 horas al día para evitar la atrofia muscular que conlleva el uso constante, por lo que hay que quitarlo con la periodicidad que prescriba el médico para hacer ejercicios.

Algunos estudios demuestran que los adolescentes con cifosis de entre 50 y 70 grados, casi siempre tendrán éxito con las ortesis, si el tratamiento se realiza antes de la madurez esquelética. La idea detrás de esto, es que la ortesis guiará el crecimiento de la columna vertebral para enderezarla.

Por otro lado, en los pacientes con madurez esquelética, las espalderas no corregirán la curvatura en sí, pero puede usarse como soporte y alivio del dolor.

En ambos casos se utilizará fisioterapia para fortalecer la espalda y los músculos abdominales. Esto aliviará la presión sobre la columna vertebral, ayudando a mejorar la postura y reducir las molestias.

También se prescriben ejercicios de estiramiento y actividades cardiovasculares, para ayudar a aliviar el dolor de espalda y la fatiga.

Como prevenir la hipercifosis postural

La prevención viene determinada por unos buenos hábitos de higiene postural durante las actividades diarias y al momento de acostarse. Estas son algunas medidas que pueden evitar la hipercifosis postural:

Presta atención a la postura

Cuando estés de pie, equilibra el peso de manera equitativa en los pies. No te encorves. Si debes permanecer de pie por largas jornadas, mantén un pie alto en algún soporte y ve alternándolos para ir descargando la tensión. Las mujeres que pasan mucho tiempo de pie deben evitar el zapato de tacón.

Para promover una buena postura al sentarte, elige una silla que brinde soporte a la región lumbar. Ajusta la altura de tu silla de manera que los pies descansen planos sobre el piso o sobre un reposapiés y tus muslos estén paralelos al piso.

Retira la billetera o el teléfono celular del bolsillo trasero cuando estés sentado para no ejercer más presión en los glúteos o en la parte inferior de la espalda.

Levanta peso de manera adecuada

Cuando levantes y cargues un objeto pesado, procura que esté cerca del cuerpo, flexiona las rodillas y contrae los músculos del estómago. Usa los músculos de las piernas para sostener el cuerpo mientras estás de pie.

Sostén el objeto cerca del cuerpo. Mantén la curva natural de la espalda. No tuerzas el cuerpo al levantar objetos. Si un objeto es demasiado pesado para levantarlo sin peligro, pídele ayuda a alguien.

Modifica las tareas repetitivas

Usa dispositivos de elevación, cuando estén disponibles, como ayuda para levantar cargas. Trata de alternar las tareas físicamente exigentes con las menos exigentes.

Si trabajas frente a una computadora, asegúrate de que el monitor, el teclado, el mouse y la silla estén en la posición correcta.

Si hablas por teléfono con frecuencia coloca el teléfono en altavoz o usa auriculares con micrófono. Cuando uses el móvil procura mantener la espalda recta y elevar el teléfono a la altura adecuada.

Evita doblarte, torcerte y extenderte innecesariamente. Limita el tiempo que pasas cargando maletines, carteras y bolsos pesados.

Escucha a tu cuerpo

Si debes permanecer sentado durante un período prolongado, cambia de posición con frecuencia. Camina de a ratos y estira los músculos con suavidad para aliviar la tensión.

Educa a los niños y adolescentes

Durante la edad escolar es donde hay posibilidades para educar a los niños en la adquisición de hábitos que en un futuro garanticen una buena higiene postural.

La forma de sentarse en el pupitre, evitar las cargas innecesarias de libros que hagan aumentar el peso de sus mochilas, además de enseñar otras posturas correctas, a través de sus maestros y fundamentalmente en la asignatura de Educación Física y que ellos a su vez puedan ser facilitadores en su hogar y comunidad.

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