La escoliosis es una deformidad de la columna que se presenta como una curva estructural que determina un grado variable de deformidad del tronco. La forma más común es la escoliosis infantil que se desarrolla en la fase de crecimiento y puede tener importantes efectos cosméticos y funcionales. A ello se une que las técnicas clásicas de cirugía ortopédica podrían restar entre cinco y diez centímetros sobre la talla final que podía alcanzar el niño, si la intervención se realizaba por debajo de los once o doce años.
Debido a esa posibilidad, los cirujanos retrasaban la operación para minimizar las consecuencias de fusionar las vértebras del paciente pero en la actualidad una nueva técnica aprovecha el crecimiento natural para corregir la escoliosis infantil (solo supone una pérdida de altura de 1 ó 2 centímetros), además de ser mínimamente invasiva y mejorar el postoperatorio. Se trata de la técnica del tirante raquídeo anterolateral, que consiste en fijar un cordón flexible a diferentes vértebras mediante tornillos de titanio a fin de controlar el crecimiento de la curvatura de la columna. Se fija la parte convexa de la curva, que es la que no debe crecer y se deja libre la que conviene que aumente para compensar la curva y tratar de minimizarla (la parte cóncava).
Además, al permitir el movimiento de los discos intervertebrales, se conserva la movilidad de la parte de la columna que se interviene, algo que no ocurre con las técnicas convencionales en las que el tramo de columna operado termina formando un bloque rígido.
Esta nueva técnica es ideal para tratar la escoliosis infantil con deformidades que no superen los 55-60 grados de curvatura. De momento, el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla ya la ha probado con éxito en varios pacientes. En la primera intervención, realizada hace un par de años se logró corregir el 60% de la curvatura anómala con la intervención y el resto terminó de corregirse a lo largo del año. Además, la nueva técnica permite intervenir al paciente a través de tres pequeñas incisiones laterales, evitando la cirugía abierta de columna. Esto mejora el postoperatorio y las cicatrices suelen pasar desapercibidas, ya que quedan debajo del brazo.
El tratamiento actual para la escoliosis infantil constaba de dos fases: primero un tratamiento ortopédico, a base de corsés, como el Arnés de Kallabis de Orliman; y segundo, si fuera necesario, la cirugía ortopédica a partir de los doce años. El objetivo de productos como el arnés de Orliman estaba pensado para frenar la progresión de la curva, con el objeto de evitar la cirugía ortopédica. El efecto corrector se produce por el tensado de las cinchas anteriores y posteriores al producir fuerzas horizontales y verticales.
La unidad de Cirugía Ortopédica y Traumatología Infantil del Hospital Universitario Virgen del Rocío es uno de los centros nacionales de referencia en el campo de la ortopedia infantil. Y aunque se están muy satisfechos con los resultados obtenidos, se muestran cautos ya que primero quieren ver como evolucionan para poder extender de manera más general esta intervención.